Comienza una nueva etapa en la polémica historia del edificio de Remar en Rosales del Canal. El Ayuntamiento de Zaragoza está a la espera de recibir las llaves del edificio al haber terminado de pagar la semana pasada los 2,5 millones de euros que acordó con Remar para recuperar el uso del suelo donde se ubica el edificio, cantidad que responde a lo invertido en la obra por parte de esta entidad.

La historia se remonta al 2010, cuando el suelo se cedió gratuitamente por unanimidad de los grupos políticos a Remar, pero la oposición vecinal ha impedido que finalmente se instale en el barrio.

Tras el último pago, las escrituras del equipamiento ya son municipales y la empresa contratada por Remar comenzó a retirar las grúas el martes. Hoy mismo podría producirse la entrega simbólica de las llaves del edificio. La operación de transfusión de pagos a Remar ha sido llevada a cabo por la sociedad municipal Ecociudad Zaragoza, pero desde ahora el equipamiento pasará a ser competencia del área de Economía y Hacienda.

El siguiente paso, y todavía más complicado, será definir sus nuevos usos. Fuentes municipales afirmaron que no se ha adelantado en este proceso y que se comenzará a desarrollar cuando el edificio, por fin, esté en manos del consistorio. Además, aseguraron que para recuperar el edificio, primero han de estudiar qué obra hay que llevar a cabo primero. Todavía quedan por instalar las fachadas, suelos e instalaciones eléctricas y de saneamiento, entre otras cuestiones.

ALMACÉN

Por lo grande de sus dimensiones, se pensaron en un principio varios usos para el actual edificio aún sin terminar que podrían desarrollarse en su interior, simultáneamente. El primero sería su utilización con depósito municipal, aprovechando los 3.500 metros cuadrados de sótano de los que dispone el equipamiento. Esta medida permitiría al consistorio un ahorro directo de 270.000 euros, previa inversión para el acondicionamiento del sótano. En la actualidad pagan por el alquiler de naves en las que almacena materiales municipales.

El otro uso que se planteó para la parcela y que coparía la mayor parte del edificio es un equipamiento polivalente que diese servicio social y de ocio a los vecinos de todo el sector sur, ya que los casi 4.200 metros cuadrados de superficie (sin contar los sótanos) con los que cuenta el edificio podrían albergar un centro cívico para Rosales, Valdespartera, Montaecanal y Arcosur; barrios que ahora mismo no disponen de este tipo de equipamientos.

Sin duda, el presupuesto del Ayuntamiento de Zaragoza para este año será el condicionante que decida si el edificio presta servicio al barrio o por el momento se queda paralizado. CHA planteó una enmienda al presupuesto con una partida de 60.000 euros para convertir el edificio de Remar en un centro cívico.