Nos sentimos menospreciados, ninguneados y engañados por la Administración". Fue una de las manifestaciones que hizo ayer en las Cortes Teresa Gonzalo, vicepresidenta de Azajer (Asociación Aragonesa de Jugadores de Azar en Rehabilitación), quien reprochó con dureza a la DGA y al Ayuntamiento de Zaragoza su falta de apoyo.

Gonzalo compareció, junto al secretario y director terapéutico de Azajer, José Vicente Marín, en una comisión parlamentaria para exponer la situación de la ludopatía en Aragón y los problemas de su asociación. La también directora médica fue clara: Azajer tiene problemas de financiación porque no recibe el apoyo necesario para atender un problema social grave --la ludopatía-- ante el que la Administración hace "dejación" de funciones.

Puso ejemplos: hace unos años, la DGA gastó 100.000 euros en una campaña de prevención que supuso "la edición de un libro y unos carteles". Más tarde, señaló, Azajer editó 50.000 dípticos con el compromiso del Salud de colocarlos en centros sanitarios. "Están metidos en cajas y de vez en cuando nos llaman para ver dónde se llevan", aseguró.

Tampoco resulta fácil, indicó, la colaboración con los centros de salud de la DGA, por falta, dijo, "del personal y la financiación necesarios". En resumen, Azajer lleva "20 años haciendo una labor que corresponde a la Administración y a cambio es menospreciada. Y abogó por tener "el mismo trato económico y jurídico" que otras asociaciones y poder así regular su financiación.

Según Efe, la diputada del PSOE Ana Cristina Vera y la del PAR Ana de Salas se comprometieron a trasladar estas reclamaciones a la DGA y aseguraron que no van a "mirar para otro lado". PP, CHA e IU denunciaron el escaso interés del Gobierno de Aragón y su compromiso con la entidad.

Por otra parte, el vicepresidente del Gobierno de Aragón, José Ángel Biel, consideró compatible la instalación de Gran Scala --con la que Azajer está en desacuerdo aunque la asume-- con las ayudas a la rehabilitación a la ludopatía. Asimismo, Biel dijo que aunque no se hiciera, Gran Scala, ya ha dejado beneficios en Aragón por haberse pagado unas señales y haber alquilado una oficina. Además, consideró que estos proyectos requieren tiempo y admitió que tal vez "alguien se apresuró" al dar una fecha de inicio de obras. Él mismo aseguró en su día que empezarían al día siguiente de acabar la Expo.