El presidente del Gobierno central, José María Aznar, volvió a recurrir ayer a las acusaciones de insolidaridad al referirse a las nuevas movilizaciones contra el Plan Hidrológico Nacional (PHN) y el trasvase del Ebro. Aznar insistió en que el plan forma parte de un proyecto para "vertebrar España". Mientras, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró que no se recuerda una "mayor contestación social" en la etapa democrática que la que han tenido la Ley del PHN y la de reforma universitaria. Según Efe, Aznar, en el inicio de una obra del AVE Madrid-Valladolid, se refirió a los proyectos diseñados por su Gobierno para "vertebrar España", como las infraestructuras de transporte y las hidráulicas, "que permiten --dijo-- tener un país más equilibrado, más solidario, en el que desde aquellas zonas donde sobra agua pueda trasladarse a las zonas donde falta". Y añadió que eso es la solidaridad, "salvo que alguien descubra que la solidaridad consiste estrictamente en beneficiarse de lo que a uno le apetece y dejar que los demás pasen necesidades". Lo contrario, indicó el presidente, es poner "palos en la rueda de la bicicleta, cuando se trata de que haya una mayor cohesión social, económica y territorial". En diversas ocasiones, Aznar ha acusado de insolidarios a quienes se oponen al PHN y al trasvase. Un día después de una nueva movilización masiva contra este proyecto, la valoración del secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, fue muy distinta. Zapatero indicó que el Gobierno ha elaborado dos leyes "de cierto calado", la de reforma universitaria y la del plan hidrológico, y señaló: "No se recuerda en la democracia una mayor contestación social" que la que han provocado ambas. Eso demuestra, afirmó, "una mala forma de gobernar". El socialista manifestó que el PP "no sabe hacer más que acusar al PSOE" y concluyó: "Sinceramente, me aburre la falta de imaginación que tienen para atacar a los socialistas". Esos ataques llegaron del ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, y del secretario general del PP, Javier Arenas. Matas criticó la diversidad de opiniones que hay en el PSOE en materia hidráulica y pidió a Zapatero "que ponga orden". Arenas acusó al presidente aragonés, Marcelino Iglesias, y al presidente de los socialistas catalanes, Pasqual Maragall, de fomentar la "división territorial" por rechazar el PHN.