El catedrático de Patología Animal de la Universidad de Zaragoza, Juan José Badiola, aseguró ayer que «el riesgo alimentario está presente donde menos te lo esperas», aunque señaló que Aragón es «una comunidad destacada» en el control de alimentos. «Aquí hacemos cosas en serio y los resultados ahí están», dijo.

«Esos riesgos son emergentes y no se saben de dónde vendrán. Vivimos en un mundo globalizado, con constantes cambios de todo tipo, y no es fácil prever qué pasará, aunque algunas cosas sí se pueden anticipar porque algo se sabe», señaló Badiola. Así, puso como ejemplo que ahora se está descubriendo el ámbito de las biotoxinas marinas o los riesgos que implica la contaminación ambiental y el cambio climático. «Se logra gracias a que una parte principal de patógenos son vehiculizados por vectores como mosquitos o garrapatas», añadió.

En la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria, donde Badiola trabaja, detectan avances sobre esos riesgos que vendrán. «Intentamos saber qué pasará, aunque no tenemos una bola de cristal», dijo. Para ello se utiliza un sistema «muy riguroso» que consiste en la recopilación masiva de información, de toda procedencia, y un filtrado «a través del que se van obteniendo señales», añadió el profesor Badiola, experto en la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, conocida como la de las vacas locas.