La comarca de las Cuencas Mineras, castigada por décadas de progresivo abandono de las riquezas del subsuelo, ha tenido que reinventarse. En esa línea va el moderno balneario de Baños de Segura, que abrió sus puertas el pasado 1 de agosto y, en el mes transcurrido desde entonces, se ha convertido en un dinamizador de la economía y el empleo en una zona hasta ahora muy deprimida y en caída libre demográfica.

El centro termal ha generado en su zona de influencia 30 puestos de trabajo, con lo que ello supone para un territorio que hasta hace poco se deslizaba por la cuesta abajo de la continua pérdida de habitantes.

Además, el balneario de Segura de Baños ha tenido «una buena acogida», según señalaron ayer fuentes del nuevo servicio. Su aparición ha sido saludada con entusiasmo en la comarca de las Cuencas Mineras.

Ayer mismo, el Ayuntamiento de Montalbán, capital de la zona, aprobó por unanimidad una moción, presentada por el grupo Ganar Montalbán, en la que se felicita a Segura de Baños por la reapertura del centro termal tras llevar 15 años cerrado.

Para los concejales de Montalbán, el balneario constituye, por su impacto en el mercado laboral, «una noticia de primera magnitud en la disminuida comarca de las Cuencas Mineras y, especialmente, en su deprimida zona oeste».

Los representantes locales consideran que lo más importante de la iniciativa es que esta se basa en un recurso propio de la tierra, el manantial minero-medicinal que siempre ha existido en ese emplazamiento.

«No ha sido necesario importar o traer una actividad de fuera, sino aprovechar los recursos naturales de nuestra comarca», según reza textualmente la moción del consistorio de Montalbán.

Quienes más han luchado para hacer realidad esta apuesta han sido los vecinos de Segura de Baños y sus representantes locales, que han luchado denodadamente para no perder un recurso que ha pasado por muchas vicisitudes y que pasó también su momento de gloria, con el auge de los baños termales en el siglo XIX y principios del XX.

Se nutre de un manantial del río Aguasvivas que ya se explotaba medicinalmente en el siglo XVIII. Sin embargo, tras largas décadas de apertura, el balneario cerró en el último cuarto del siglo pasado y, a partir de entonces, todo fueron problemas y tentativas que no llegaron a buen puerto.

De ahí que ahora todas las miradas se dirijan a una infraestructura que es una promesa de un futuro mejor y una fuente de empleo en la comarca de las Cuencas Mineras.