La Asociación de Vecinos de Vadorrey planteó ayer al resto de entidades vecinales de la margen izquierda de la ciudad de Zaragoza adoptar alguna medida para manifestar su oposición a la huelga en el transporte urbano. La iniciativa que sugieren es que se proponga a los vecinos y usuarios del bus que no paguen por el servicio. De momento, no hay un consenso alcanzado al respecto, pero las entidades vecinales siguen en contacto para adoptar alguna medida en común que refleje su hartazgo tras casi tres meses de huelga.

Después de 81 jornadas de paros parciales en la ciudad y todavía sin visos de acuerdo entre los trabajadores y la concesionaria del servicio, Autobuses Urbanos de Zaragoza (AUZSA), las entidades vecinales se plantean que deben defender los intereses de los usuarios. Los principales afectados por la huelga, afirman, son los vecinos en una peor situación económica y también los más alejados del centro de la ciudad. De momento, la propuesta se está barajando entre las entidades de la margen izquierda, pero no descartan hacerla extensible a otros barrios a través de la federación.

Aun así, pese a que el sentir generalizado es que "algo hay que hacer para defender los intereses de los usuarios", los barrios siguen barajando distintas opciones posibles para hacer público su descontento.

SERVICIO INCOMPLETO

"El servicio que nos están ofreciendo no es el que tienen pactado, ellos son los primeros que están incumpliendo y por eso planteamos que la gente suba al bus sin pagar el billete", expresó Pablo Polo, de la asociación de vecinos de Vadorrey. Pero hay dudas al respecto de la propuesta de este barrio, ya que no se tiene la certeza de si al circular en el bus sin título de viaje, el seguro cubriría las afecciones en caso de accidente.

Para la asociación vecinal de Vadorrey es importante que el conflicto lo resuelvan "entre los trabajadores y la empresa, que dejen de llevar el conflicto a la calle", manifestó Polo. "Con independencia de lo que sea la empresa, que no nos inspira simpatía, nosotros lo que sufrimos como usuarios son los frenazos, al no abrir las puertas cuando están circulando y hay gente en las paradas, o incluso saltándose semáforos, y por eso creemos que los trabajadores deberían cambiar su actitud", subrayó Polo.

MEDIDAS CORRECTORAS

Desde la asociación de vecinos del Barrio Jesús se distancian de la propuesta de no pagar el billete y abogan por otras medidas alternativas, con las que igualmente se muestre el descontento con la huelga. "Consideramos que el Ayuntamiento de Zaragoza debería imponer unas medidas correctoras en los servicios mínimos, y que las líneas que conectan con los hospitales, los barrios rurales y las universidades tengan unos servicios mínimos del 100%", expresó desde la entidad vecinal Raúl Gascón.

"Lo que vemos es que ninguna de las tres partes del conflicto tiene ningún desgaste importante, ni el ayuntamiento, ni los trabajadores ni la empresa, y las grandes afecciones nos las llevamos los usuarios", continuó. "La huelga puede eternizarse si seguimos así", vaticinaron desde la asociación. Ellos apostarían, además, porque el consistorio se haga cargo de reducir las afecciones económicas a los usuarios afectados. "Ya propusimos que se hicieran descuentos en los abonos de meses y anual en proporción a las molestias generadas en los días de huelga", expresó.

Aunque desde que se cambió el decreto de servicios mínimos, según fuentes municipales, no se han vuelto a producir altercados ni motines en los autocares, estos planteamientos por parte de las asociaciones de vecinos reflejan que los ciudadanos no han superado las afecciones que les provoca la huelga.