Los diputados del Congreso en Madrid tienen sencilla la conciliación laboral con la vida personal gracias al servicio de guardería que ofrece la institución. En todo caso, la diputada de Podemos Carolina Bescansa decidió el pasado miércoles no hacer uso de este servicio para abrir el debate en otros ámbitos, pues la situación no es tan favorable en otros lugares.

Los políticos aragoneses en las Cortes de Aragón no disponen de este servicio, aunque según destacan sus responsables, no existe ningún impedimento a que las madres acudan con sus pequeños a su puesto de trabajo siempre que sea necesario. En alguna ocasión se ha visto a alguna política amamantar a sus criaturas en algunas de las zonas comunes. También argumentan que la edad media de la plantilla no convierte en perentoria la necesidad de poner en marcha el servicio. Una situación similar se vive en el Ayuntamiento de Zaragoza o en el edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón.

REGLADA En el ámbito de la administración pública, la delegación de Economía, Hacienda y Administración General del Estado en Zaragoza puede presumir de mantener un servicio de guardería casi en exclusiva. La escuela infantil se sitúa en la sede del organismo, situado en la calle Albareda, y dispone de 41 plazas para niños de entre 0 y 3 años. Además de los trabajadores del edificio, del centro se benefician otros funcionarios del Estado como los trabajadores de Fogasa, de la Policía Nacional, de la Guardia Civil, del Instituto Nacional de Meteorología o de la Confederación Hidrográfica del Ebro.

El horario busca acomodarse a las necesidades de los padres, por lo que la entrada es escalonada hasta las nueve de la mañana. Las educadoras trabajan con los niños en tramos de edad y se sigue un proceso reglado, con una programación y boletines de notas. La escuela está subvencionada por el ministerio y se paga una cuota de 96 euros al mes. También dispone de servicio de comedor por 78 euros mensuales. Por el momento existe lista de espera para lograr una plaza.

BASE AÉREA También en la Base Aérea de Zaragoza cuentan con un servicio similar. El Ministerio de Defensa puso en marcha este servicio en el 2006 (que pretendía haberse convertido en una red en un número mayor de cuarteles) y de él se benefician exclusivamente los hijos de los militares y de los funcionarios que trabajan en el recinto. Tiene una capacidad para 60 alumnos y consta de tres aulas. La figura de una vaca a tamaño real en la puerta suele despistar a los visitantes de la base.

El economista especializado en responsabilidad social corporativa, Juan Royo, explica la dificultad "social" de abordar la conciliación en los centros laborales. "La Universidad de Zaragoza aplicó un episodio piloto de teletrabajo que se saldó con gran polémica por parte de la institución y los trabajadores", reconoce. Además, ejemplifica que es fundamental "conocer las plantillas" para ajustar los servicios.

En el sector privado tampoco proliferan las guarderías en disposición de los empleados, aunque en los últimos años los centros comerciales o las estaciones de esquí disponen de espacios para atender a los menores mientras los padres utilizan sus servicios. Una de las últimas en sumarse a la oferta es la de la empresa DKV en Zaragoza.