El subdelegado del Gobierno en Tarragona, Jordi Sierra, recibirá al alcalde de Batea, Joaquim Paladella, el próximo 16 de agosto. Entre los asuntos a tratar en el encuentro figura explorar las posibilidades legales de la salida de Cataluña de este pueblo de 2.000 habitantes y su incorporación a Aragón, una pretensión que ha generado fuerte polémica y la celebración de un tenso pleno municipal.

El alcalde expresó la idea a raíz de la «discriminación» que, según asegura, sufre su pueblo por parte de la Generalitat. Entre los «agravios» hacia el municipio se sitúa, en primer lugar, la problemática sobre la residencia de ancianos. Según Paladella, el gobierno catalán «no ha cumplido el compromiso» de ofertar 60 plazas concertadas y en la actualidad solo hay la mitad. La otra discriminación vendría de «la imposición» al municipio de tres nuevos parques eólicos que las autoridades catalanas quieren implantar en la comarca y que afectan al término municipal.

Según Paladella, el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, «todavía no ha dado día para poder hablar de los asuntos planteados».