El Partido Popular aragonés celebraba ayer en el Parque de Atracciones de Zaragoza el tradicional día del afiliado con la presencia destacada de su vicesecretaria de Estudios y Programas en Génova, Andrea Levy, en una lluviosa jornada marcada por el 1-O en Cataluña. Una oportunidad que los dirigentes no dejaron pasar para escenificar su «unión». Palabras como «fraternidad», «compañerismo», «compartir»... formaron parte de un discurso común que rubricó Luis María Beamonte, líder de los conservadores en la comunidad, diciéndole al presidente aragonés Javier Lambán que «basta ya de giros radicales» en el Gobierno y regrese a la «normalidad». O de «anteponer los intereses de su partido», por las primarias, a los de Aragón.

Para el presidente del PP aragonés, el Ejecutivo socialista se ha entregado a «soflamas populistas» que le alejan cada vez más de la «moderación» en la que, asegura, él y su partido está instalado tras un proceso de renovación integral de su cúpula, a todos los niveles, también en las direcciones provinciales de Zaragoza, Huesca y Teruel. Y para eso estaban allí los líderes de las tres, Javier Campoy, José Antonio Lagüens y Joaquín Juste, respectivamente, compartiendo fiesta con Luisa Fernanda Rudi, predecesora de Beamonte en ese papel de liderazgo ya perdido, Octavio López, Carmen Pobo o Antonio Torres, entre otros.

Unas 500 personas seguían atentas a sus palabras, entre ellas la propia Levy, en un ambiente de muchas banderas del PP y, sorprendentemente, unas pocas de España, quizá para rebajar el tono, más orientado a ese mensaje de fraternidad, solvencia y fortaleza que, dijo Beamonte, les convierte en «el partido más unido y cohesionado de todo el espectro de Aragón». Porque Cataluña es el tema de debate estrella del momento, pero no el único. El presidente de los conservadores animó a los afiliados a seguir en esos «valores», de «saber ceder y entenderse», y «saber qué es lo circunstancial y qué lo importante».

SUMAR, NO FRACTURA

Sobre todo porque sus palabras iban dirigidas a esa «izquierda que se está abriendo en canal», dijo, mientras el PP «se dedica al cien por cien a trabajar por Aragón y a defender a este país que es España». «Somos un partido en el que cabemos todos, que busca sumar y no la fractura de la sociedad», añadió, y que «sabe respetar al que piensa distinto, que es libre, que sirve a la mayoría y apuesta por la libertad y el bien común».

El presidente del PP provincial en Zaragoza, Javier Campoy, hizo hincapié en la idea de que «en política eres lo que haces y no lo que dicen que haces» y, a su juicio, el partido es «honesto, transparente, limpio, cohesionado y que piensa en Aragón», que apela a valores que «representa Luisma», Beamonte, y un proyecto político por el que los demás van «a sudar la camiseta».

Lagüens también apeló a la unidad y a la «pasión por la libertad», una frase que figura en la inscripción del único retrato que su antecesor en la dirección oscense, Antonio Torres, dejó en el despacho de la presidencia, el de Manuel Giménez Abad.Juste, por su parte, dijo sentirse «orgulloso» de un proyecto al que otros «ponen palos en la rueda».

Y así dieron paso a la parte más lúdica del día del afiliado, entre raciones de paella y bocatas de longaniza, partidas de guiñote y disfrutar de unas atracciones del parque zaragozano que se cerró para ellos. Como curiosidad, los visitantes que se preguntaban a las puertas por qué no podían pasar. Les explicaron que la fiesta conservadora era privada. Requería de un tíquet que sí pagaron «más de 2.400 personas», según informó la organización.