El Partido Popular sigue endureciendo su discurso como oposición en Aragón. El líder de la formación en la comunidad, Luis María Beamonte, consideró que el Gobierno autonómico está instalado «en la inoperancia más absoluta» y prometió un nuevo modelo de cara a las próximas citas electorales. «El fracaso del pacto de izquierdas y la desidia del presidente Javier Lambán han sobrepasado todos los límites soportables», expresó.

El partido conservador ha reunido este fin de semana en Huesca a todos sus parlamentarios para comenzar a trazar la estrategia para las autonómicas y municipales. «La DGA ha estado más preocupada en su propia supervivencia que en gobernar a los aragoneses», dijo. Por este motivo, el PP espera anunciar en las próximas semanas un programa «basado en la política de la normalidad» para afianzar su posición gracias a generar empleo, acabar los hospitales e invertir en carreteras. «Es posible hacer las cosas de otra manera, con centralidad y pensando en el conjunto de la ciudadanía», recordó.

Estas propuestas electorales pretenden servir como un «cambio de rumbo» ante la gestión de los grupos de izquierda. Sobre todo ante lo que consideró «la falta de seriedad» que la DGA ha demostrado en cuestiones como la política fiscal.

Beamonte recordó que la legislatura comenzó con «una subida generalizada de impuestos a las clases medias, con especial incidencia en Sucesiones» y que ha seguido «con cambios de opinión sobre la aplicación del Impuesto sobre la Contaminación de las Aguas (ICA), que ahora plantea revisar después de la evidente presión en la calle y del Partido Popular». Pero consideró poco relevantes los cambios que se han planteado. «Creo que el presidente del Ejecutivo ha tenido tiempo suficiente para lo que era una demanda social haber adoptado medidas suficientes en busca de un marco impositivo para el conjunto de los ciudadanos», precisó. Y vendió la posición del PP como única alternativa posible. «Aragón tiene que recuperar la normalidad política y las decisiones dedicadas a mejorar el Estado del bienestar, a crear empleo y a apoyar a los aragoneses», indicó.

Justificó además el cambio en la línea opositora «en la soledad» de la DGA. «Nunca nos hemos negado al diálogo, pero siempre hemos sido rechazados», recordó Beamonte.