El Partido Popular sigue marcando distancias con el Gobierno de Aragón tras su renuncia a votar una modificación presupuestaria para garantizar el pago de los sueldos de los profesores de la educación concertada. El presidente de los conservadores, Luis María Beamonte, recordó ayer que el propio PSOE había firmado en uno de sus pactos con Podemos una exclusión explícita por lo que rechazó cualquier responsabilidad en la polémica que se ha despertado. «Es mezquino y ruin buscar nuestro apoyo después de firmar documentos de esa naturaleza», denunció.

Los populares convocaron ayer una ejecutiva regional para definir la estrategia como oposición para los próximos meses. Parece claro que el apoyo parlamentario a la DGA que han prestado hasta ahora no será tan sencillo. «El PSOE ha dinamitado su relación con el resto de los partidos», resumió Beamonte. Sin individualizar su postura en el debate sobre la financiación de la concertada, señaló que el crédito político actual se ha terminado. «Se les tendría que caer la cara de vergüenza por la falta de coherencia», estableció.

El documento aludido por Beamonte en su intervención hacía referencia a las cuatro condiciones que Podemos le puso al presidente Javier Lambán para apoyar sus presupuestos del 2017. En el primer punto se detallaba una «cláusula de integridad» por la que se decía que no se podrían aprobar modificaciones presupuestarias «con el voto favorable del PP si no cuentan con el voto afirmativo de Podemos». En ese texto también se hablaba de no aumentar los fondos para la educación concertada.

«INESTABILIDAD» / Los populares instaron a Lambán a buscar un «nuevo escenario» para garantizar sus pactos. «Dialogar sobre otro tipo de políticas impositivas es posible, también dialogar sobre políticas de crecimiento, sobre el Estado del bienestar o sobre políticas de empleo, lo que no es posible es que tengamos que estar al servicio del PSOE simplemente porque les apetezca», expresó.

Beamonte calificó como «extravagancias» las políticas actuales y volvió a acusar de «inestabilidad, debilidad e incoherencia» al Ejecutivo autonómico.

Sobre los cambios iniciados en el seno de la formación conservadora tras los congresos provinciales destacó que está «satisfecho» por las cohesión lograda. «Hemos recuperado el espacio que nos correspondía», manifestó. «Aragón necesita moderación, sentido común, ser gobernada para todos y diálogo frente al radicalismo que ha implantado Lambán con el respaldo de sus socios de Podemos», indicó.