Ayer se cumplían diez años de ese momento histórico en el que el Bureau International des Expositions (BIE) eligió a Zaragoza como sede de la Expo del 2008. La cita que transformaría la capital aragonesa al recibir en solo tres años más de 2.500 millones de euros de inversión. Este es el principal legado que deja, una década después, en la retina del alcalde de la ciudad, Juan Alberto Belloch --lo era en esa noche de París, en la muestra y aún hoy--, quien ayer destacó, en declaraciones a este diario, que es algo que "nunca ha ocurrido en la historia de la ciudad y jamás creo que vuelva a pasar". Para él, "un evento con muchos pros y ningún contra".

El mayor aval de ese éxito, a su juicio, fue el "absoluto apoyo de todos" de cara a acudir a la votación definitiva en el BIE, un "factor decisivo" para "vencer a Silvio Berlusconi y todas sus empresas" que respaldaban a su principal rival: Trieste. "Pocas personas saben que el primer representante del Gobierno central en defender y trabajar para lograr la Expo fue Mariano Rajoy", comentó ayer, al tiempo que subrayó que la Expo "no fue solo el recinto de Ranillas, sino también acabar el tercer y cuatro cinturón, el Cercanías, el aeropuerto", o su proyecto más especial: "convertir en calle mayor un río en el que, cuando llegue, la gente tiraba porquería".

Solo apostilló, como único lamento, el "error asumido" de no construir "300 pisos" cerca del recinto, una decisión que "se sacrificó por obtener el consenso, porque hay personas que son tan sectarias que oyen hablar de viviendas y piensas en especulación". Unanimidad a cambio de lo que le falta ahora a Ranillas: "que tenga vida más allá de las tres de la tarde", por la noche. Incluso reconoció que "le propuse a la presidenta (Luisa Fernanda) Rudi esta legislatura que reconvirtiera el pabellón de Aragón en un casino con discoteca".

Sobre el peaje de haber organizado una Expo, Belloch no olvida que "Zaragoza no ha vuelto a recibir inversiones" de Madrid o que los iconos como la Torre del Agua o el Pabellón Puente, "siguen sin tener vida, aunque no estamos presionando porque hay dificultades para todos". Pero confió en que el parque empresarial "pueda estar en plena ocupación en uno o dos años".

Por otra parte, a quienes señalan la deuda municipal como peaje, Belloch les recordó que "hoy la ciudad dedica menos del 10% de su presupuesto a pagarla y cuando llegué superaba el 14%, la DGA dedica más del 20% y cualquier familia con su hipoteca. Nuestra situación financiera es impecable", concluyó.