Mientras se planifica la construcción, el consistorio trabaja en paralelo en dos cuestiones más: la creación de una bolsa única de demandantes de huertos en Zaragoza para distribuir mejor aquellos nuevos que se vayan creando y, por otro lado, la aprobación de una normativa de uso que ya se ha culminado para regular estos espacios después de su proliferación y el interés suscitado. Por otra parte, se van a poner en marcha cursos formativos de iniciación a la agricultura ecológica, una exigencia que ahora no existe y que se sumará a la necesidad de estar empadronados en Zaragoza desde hace más de un año y a la firma de un documento con el que se asume la nueva normativa municipal.