Unos proyectiles de la guerra civil española fueron la peligrosa herencia que recibieron los familiares de un vecino de Villanueva de Huerva, en Zaragoza. Sin dudarlo, llamaron a la Guardia Civil para que los desactivaran.

Fue el propio dueño de este particular arsenal quien, según fuentes del instituto armado, les avisó, antes de morir, de lo que sus tierras escondían a un metro de profundidad.

Ante tal anuncio, el Grupo de Especialistas en Desactivación de Explosivos de la Guardia Civil de Zaragoza (Tedax) se trasladó hasta la mencionada finca, ubicada en el casco urbano del municipio el pasado jueves día 4 de febrero. Una vez allí, los investigadores tuvieron que utilizar un detector de metales para localizar con exactitud el lugar donde podrían encontrarse los proyectiles.

TIEMPO

Y es que, tal y como apuntaron estas mismas fuentes, el transcurso del tiempo imposibilitaba saber la zona en la que se encontraban, pudiendo desembocar en un accidente con solo excavar en un mal sitio.

Bajo un metro de profundidad hallaron una caja, elaborada artesanalmente utilizando el revestimiento de puertas de nevera, en cuyo interior había nueve proyectiles de calibre 149 milímetros, 105 milímetros y 75 milímetros, todos ellos procedentes de la guerra civil y con un peso total de 150 kilos. Tras su verificación, los Tedax comprobaron que contenían en total 12,5 kilos de carga explosiva.

Una vez descubiertos, los agentes los prepararon para realizar un traslado seguro hasta un lugar retirado de la población y allí realizar una explosión controlada y, por tanto, neutralizarlos ese mismo día.

La aparición de material explosivo de la guerra civil es menos usual en la provincia de Zaragoza, en comparación con Teruel. Así lo indican el centenar de artefactos que la Benemérita destruyó el pasado año.

En concreto, los Tedax atendieron 67 incidencias relacionadas con bombas y otras sustancias explosivas, entre ellos 32 proyectiles de diversos calibres, 20 granadas de mano y 32 de mortero.

Desde la Guardia Civil advierte a los ciudadanos de esa provincia del peligro que representa el almacenamiento de proyectiles. Resalta que a la más mínima manipulación es probable que se produzca su explosión, por lo que alerta que pese a su imagen inofensiva, se recomienda no tocarlos y comunicar su ubicación.

GRAN ARSENAL

El mayor arsenal descubierto en los últimos tiempos en Aragón fue en 2014, en Teruel. La Benemérita se incautó de 125 artefactos. Cerca de 60 de estos proyectiles eran de artillería de distintos calibres y figuraban además 32 granadas de mano, 13 granadas de mortero y 20 espoletas de proyectiles. Junto a ellas se encontraron más de 30 morteros sin carga y la munición de los fusiles.

La destrucción de los mismos tuvo lugar en Villastar y el ruido llegó a escucharse en la capital turolense. Ese año se disparó la intervenciones hasta los 212 explosivos.