El ejemplar del primer libro impreso en Zaragoza (Manipulus Curatorum, 1475), un corán de la época mozárabe, el expediente académico del poeta cubano José Martí, un Quijote editado en el siglo XVIII o láminas sobre anatomía de Ramón y Cajal. Son algunos de los centenarios volúmenes que forman parte de la Biblioteca General Universitaria, un centro que a partir de este año pasará a mejor vida gracias a los proyectos en los que está inmersa. A la mejora y ampliación de sus instalaciones, derivadas de la reforma del edificio Paraninfo --que comenzará en breve y concluirá en el 2008, año de la Expo--, se suma la creación de una biblioteca digital que permitirá realizar consultas desde internet.

Se trata de la principal biblioteca de Aragón en cuanta a la extensión de su colección, así como por poseer la bibliografía científica más avanzada y el más nutrido fondo de temática aragonesa. En total, alrededor de 100.000 volúmenes de los que más de 40.000 son de antes del 1900 (3.000 del siglo XVI, unos 10.000 del XVII y más de 20.000 del XVIII y XIX). Esto la convierten en una importante fuente de investigación con 416 manuscritos y 406 incunables (383 de ellos son títulos diferentes).

A pesar de su valioso legado patrimonial, este centro es desconocido por el gran público, reconoce Ramón Abad Hiraldo, director de la Biblioteca Universitaria de Zaragoza. Por este motivo, la remodelación de sus instalaciones servirá para, además de crecer en espacio y mejorar sus medios, ganar visibilidad de cara a la sociedad,

El comienzo de las obras es inminente y ya se trabaja en la preparación del traslado de sus 40.000 volúmenes de fondo antiguo a la Biblioteca de Humanidades María Moliner. Allí permanecerán temporalmente y podrán ser consultados a partir del curso que viene. Su vuelta al Paraninfo, prevista para antes del inicio de la Expo, vendrá complementada por la creación de una pequeña exposición permanente sobre la historia y relevancia de sus fondos. "El objetivo es enseñar un poco más lo que tiene la biblioteca, impulsar más su función de espacio abierto, sin merma de su faceta investigadora", señaló Abad. Aunque todavía no se conocen los detalles de la reforma, se sabe que su ubicación seguirá en la planta calle del edificio, donde se instaló 1983.

El origen de estos fondos, de carácter multidisciplinar, es muy variada. La mayoría proceden de librerías de colegios de jesuitas, de conventos suprimidos por la desamortización o de legados realizados a la universidad. Su pieza más antigua es un fragmento de un antifonario mozárabe del siglo X, mientras que el Cancionero catalán (siglo XV), con composiciones poéticas de Ausias March y otros autores, es el manuscrito literario más relevante en su haber, junto con los del libro de caballería Don Clarisel de las Flores.

EN RED Su difusión a través de la red es otro de los objetivos que persigue la universidad. Por ello, en el 2000 se inició un proyecto que incluye la microfilmación de los fondos antiguos para preservar su conservación, así como su registro en formato digital. En el próximo curso, se espera poner en marcha en internet la primera fase de su portal digital, al estilo de los desarrolladas por la institución académica. Actualmente, pueden consultarse algunas de sus obras en la Biblioteca Virtual de Derecho Aragonés.