El vicepresidente y portavoz del Gobierno de coalición PSOE-PAR, José Angel Biel, restó ayer trascendencia a la amplia remodelación de la Consejería de Obras Públicas, que afecta a casi la totalidad de los altos cargos del departamento, al tiempo que bromeó con la advertencia: "En un futuro puede haber más".

En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, que dio ayer luz verde a la reestructuración de gran parte de las direcciones generales de Obras Públicas y de una de Medio Ambiente, Biel no aclaró a qué departamentos y qué personas podrían ser los afectados por esos futuros cambios que él vaticinó. Otras fuentes oficiales, sin embargo, no descartaron que en un plazo de tres o cuatro meses pudiera haber algún relevo que afectaría exclusivamente "a segundos niveles" de la Administración, pero "en ningún caso" a algún consejero del Gobierno. Las mismas fuentes precisaron que algunos de estos retoques serían consecuencia de las elecciones autonómicas del 2007, ya que recordaron que la ley prohíbe a los directores generales ir en listas electorales.

El vicepresidente aragonés reiteró que este tipo de cambios son "algo normal" en un Gobierno que lleva seis años en el poder y advirtió de que otra lectura le parecería "exagerada". "En una máquina administrativa tan potente como es el Gobierno de Aragón, con más de 42.000 funcionarios, con un elevado nivel de competencias, que haya cambios de algunos directores generales está a la orden del día", precisó.

TRILEROS Entre tanto, el presidente del PP-Aragón, Gustavo Alcalde, consideró que la remodelación de Obras Públicas es "un juego de trileros". "Mover casi todos los cubiletes del departamento y que no se mueva el consejero me parece muy poco serio", afirmó. El dirigente del PP acusó a Velasco de ser el responsable político de "la chapuza en que se ha convertido ese departamento".

Con esta reestructuración, Velasco se ha rodeado de afines pertenecientes al clan turolense del PSOE. Ocurre con Simón Casas, exconsejero de Agricultura y actual coordinador del grupo del PSOE en las Cortes, que pasa a ser el nuevo director general de Transportes. Algo similar sucede con Maite Pérez, de Teruel, y diputada socialista cuya labor parlamentaria ha estado vinculada a Obras Públicas, y que Velasco ha premiado con la Dirección General de Vivienda. Los restantes cambios se han desencadenado tras la designación de José Luis Abad, anterior número dos de Velasco, como nuevo consejero delegado de la Sociedad Zaragoza Alta Velocidad, en lugar de Andrés Cuartero. El puesto de Abad pasa a ser ocupado por Jesús Sánchez Ferraces, hasta ahora director general de Transportes. Julio Tejedor asciende de Vivienda a la dirección general de Urbanismo en sustitución de Carlos Guía, que es el único que deja el departamento. Guía preside la fundación encargada de promover el Vignemale. Gonzalo Pardo sigue en Carreteras.