Los bomberos del Servicio Provincial de Extinción de Incendios (SPEI) de la Diputación de Zaragoza realizaron 2.564 intervenciones en 2016, de las cuales prácticamente la mitad -1.228- tuvieron que ver con incendios de distinto tipo.

La cifra es similar a la de 2015, cuando prestaron 2.697 servicios, y dentro de ella destacan el aumento del número de accidentes de tráfico atendidos (que se duplicó pasando de 147 a 315), el de rescates acuáticos (que ha pasado de 5 a 28) y el de actuaciones con materias peligrosas (que subió de 8 a 20), informan fuentes de la institución provincial.

Por contra, el año pasado disminuyeron sensiblemente las intervenciones por riesgos naturales, que bajaron de 654 a 248 debido a que en 2015 se habían multiplicado por la gran riada que sufrieron los municipios situados a orillas del Ebro.

También se redujeron a la mitad los incendios forestales, que bajaron de 73 a 32.

Dentro del apartado de incendios, los fuegos agrícolas volvieron a ser los más frecuentes con 665 actuaciones.

Además, los bomberos de la Diputación de Zaragoza sofocaron 159 incendios en viviendas y otros edificios; 72 en industrias y almacenes, 109 en camiones y turismos y 141 fuegos urbanos en árboles, contenedores o solares.

En cuanto al resto de servicios que atienden estos profesionales, los más repetidos en 2016 fueron las intervenciones por riesgos naturales -248- y los realizados en cascos urbanos por causas distintas a los incendios -141-. También llevaron a cabo 12 rescates verticales.

A todas esas actuaciones por emergencias o incidencias se suman los servicios preventivos y de apoyo a los municipios, entre los que el año pasado destacaron 227 retenes de seguridad para actividades que entrañaban algún riesgo especial, 138 suministros urgentes de agua y otras 250 intervenciones de distinto tipo prestadas a petición de los ayuntamientos.

Además, el año pasado se puso en marcha el proyecto Hogar Seguro, un programa de prevención pionero en España que incluye charlas de formación sobre cómo actuar en caso de incendio destinadas a los vecinos de los municipios zaragozanos, y por otro, la revisión y la colocación de detectores de humo y de monóxido de carbono en las viviendas más vulnerables de esas localidades.

Esta novedad se suma a otras innovaciones puestas en marcha en los últimos años para mejorar la respuesta del SPEI a los distintos tipos de emergencias, como el grupo de guías caninos, el de rescate acuático, el de rescate vertical o los vehículos de intervención rápida (VIR).

El Servicio Provincial de Extinción de Incendios de la Diputación de Zaragoza cuenta actualmente con 164 bomberos con los que atiende todas las emergencias que se producen en los 292 municipios de la provincia las 24 horas del día los 365 días del año a través sus nueve parques profesionales: Calatayud, Ejea, Tarazona, Caspe, La Almunia, Tauste, Cariñena, Daroca y El Burgo de Ebro.

Además, el SPEI cuenta actualmente con la colaboración de siete agrupaciones de bomberos voluntarios que ayudan a los profesionales en Zuera, Sos, Borja, Grisén, Brea, Bujaraloz y Sástago.