Los patinetes eléctricos han llegado a Zaragoza para quedarse. Poco a poco son más los que optan por este medio de transporte para moverse por una ciudad que ha apostado por la movilidad sostenible y donde el uso de la bicicleta lleva años afianzado.

Los Vehículos de Movilidad Personal, como los patinetes o los hoverboards (hay un sinfín de modalidades) se enfrentan a un problema, según sus propios usuarios: que la ordenanza municipal no está actualizada y tampoco clara, por lo que no es frecuente cruzarse con uno por las aceras, verlos por los carriles bici o los parques. Eso sí, por la calzada es raro encontrarse con uno.

El futuro Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS), si sale adelante algún día, incluirá una propuesta actualizada de la Ordenanza de Peatones y Ciclistas que actualice las nuevas formas de desplazarse por la ciudad y que regulará el patinete eléctrico.

A día de hoy tienen el mismo rango que una bicicleta, es decir, pueden circular tanto por carriles bici como por zonas verdes o parques. Sin embargo, no pueden hacerlo por la calzada, algo que sí está permitido para las dos ruedas.

«Monopatines, patinetes o aparatos similares transitarán por vías ciclistas segregadas y zonas de prioridad peatonal, incluidas las aceras, no pudiendo invadir carriles de circulación de vehículos a motor, salvo para cruzar la calzada», reza la ordenanza. «En su tránsito deberán acomodar su marcha» tanto a las bicis como a los peatones.

Desde Pedalea consideran que esta orden es obsoleta y que urge revisarla y adaptarla a la realidad del momento. La Dirección General de Tráfico (DGT) también está trabajando en actualizar la normativa estatal y la reforma de la Ley de Tráfico o Reglamento de Circulación regulará la movilidad de este tipo de vehículos personales. Algunas ciudades, como Barcelona, ya han dado el paso ante la alta demanda de los patinetes eléctricos, en todas sus modalidades y la falta de concreción.

A LA ESPERA DE LA DGT

Desde el consistorio zaragozano explican que antes de aprobar la norma municipal, esperarán a que se pronuncie la DGT. Así que los patinetes eléctricos seguirán en el limbo. Desde Pedalea recuerdan que el uso de la bicicleta eléctrica no tardó en regularse. «Cuando el motor supera los 250 watios deja de considerarse bici y pasa a ser ciclomotor. Debería pasar lo mismo con los patinetes», explican. De hecho, hoy en día hay alguno que los supera.

POSITIVO

Desde este colectivo aplauden el aterrizaje de este nuevo medio de transporte. «Saludamos su llegada porque no es contaminante y tiene que servir para reducir el uso del coche», matizan. «Los patinetes deben ser aliados de las bicicletas», añaden. Carlos Ramírez, un zaragozano afincado en el barrio de Torrero se traslada a diario montado en su patín eléctrico. Asegura que la normativa no está muy clara y que siempre que puede opta por el carril bici. «Por la acera solo voy si no me queda otro remedio y si no hay mucha gente», admite.

Las tiendas de bicis ven una gran oportunidad de negocio en adaptarse a la última moda y especializarse. Es el caso de Skate Feeling que en septiembre llenará su tienda de patinetes eléctricos. Desde este comercio admiten que en Zaragoza no hay tiendas especializadas y aquellos usuarios que quieren subirse a la moda del monopatín eléctrico tienen que acudir a grandes superficies o Internet.

Si han decidido dar el salto ha sido por el número de personas que entran solicitando información y con ganas de adquirir uno. «En el último medio año cada vez son más los que quieren comprarse uno. Ya hemos incrementado las ventas de los patinetes normales, pero vemos que hay mercado en los eléctricos y vamos a apostar por ellos», explican desde la tienda.

La actualización de la normativa es vital para que su creciente uso mantenga la tendencia. Ejemplo de ellos son las bicicletas que, tras años ganando adeptos, una resolución judicial del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) cambió por completo la dinámica cuando en el 2014 prohibió a las bicis circular por las aceras.

Este hecho provocó que algunos ciclistas, temerosos de bajar a las calzadas por aquellos tramos en las que no había red ciclable, dejaran sus bicis en casa. Pero la regulación, cambiante desde entonces, ha generado mucha inseguridad, otro motivo más para descartar las dos ruedas. Por ejemplo, podían circular por calles de acceso restringido hasta el mes pasado. Ahora, si quieren hacerlo tendrán que justificar (no se sabe cómo) que se trata de una vía de paso para dirigirse a un punto concreto de la misma.

Pues bien, tanto lío normativo ha perjudicado directamente a los ciclistas y a la movilidad sostenible. En Zaragoza, alrededor del 3% de los desplazamientos se hacen en bici. Un barómetro muy utilizado para medir su uso es el servicio público Bizi Zaragoza, que se inauguró en el 2008, coincidiendo con la Expo del Agua.

En el 2011 se establecía el récord de usos en el Bizi Zaragoza, con 3,31 millones de desplazamientos contabilizados en un año, a una media de 7,84 usos por bici al día y con 38.732 abonados. En solo tres años casi se duplicaban los registros iniciales. Con la aplicación de la sentencia, se pasó de los 3,31 millones de usos anuales a los 2,86 alcanzados en el 2014.