El pueblo de Borobia, en la vertiente soriana del Moncayo, trató de evitar ayer que se llevara a cabo la delimitación de las tierras privadas donde la empresa minera Magna se propone abrir una explotación de magnesita. Numerosos vecinos se presentaron en el paraje elegido con el fin de impedir el paso de representantes de la compañía extractora y de la Junta de Castilla y León.

Sin embargo, estos acudieron con un fuerte dispositivo de la Guardia Civil que les obligó a dejar vía libre en los caminos. El objetivo, finalmente cumplido, era señalar las 480 hectáreas que ocupará el proyecto.

Los opositores a la mina de magnesita sostienen que la actividad extractiva tendrá efectos catastróficos en las numerosas fuentes que nacen en la zona y que abastecen de agua potable a poblaciones aragonesas de las comarcas del Aranda y de Calatayud. "El acto de demarcación de hoy es nulo, ya que a muchos interesados ni siquiera se les ha comunicado el trámite", manifestó ayer un portavoz de los opositores al proyecto.