La Sociedad Filarmónica de Zaragoza volvió a marcar época este pasado martes trayendo al genial violinista y director Pinchas Zukerman a la sala Mozart del Auditorio en un concierto que, tras Pogorelich y Savall, está situando de nuevo a esta centenaria institución como un importante referente cultural de nuestra tierra .

Zukerman, magnético y pasional, ganador de dos Grammy y uno de los mitos vivientes de la melomanía universal que, junto a Zubin Metha, Perlman, Barenboim y la chelista Du Pré formaron en los sesenta el veneradísimo clan judío de la clásica, llegó dos horas antes de su concierto junto a su esposa, la primera chelista de la Canada's National Arts Centre Orchestra, Amanda Forsyth, y la pianista canadiense Angela Cheng, medalla de oro del prestigioso premio Arthur Rubinstein, con quienes compartió un frugal ensayo al que asistieron como anfitriones la presidenta de la Filarmónica, Cristina Sobrino, y el director del Auditorio, Miguel Ángel Tapia.

Si justo una semana antes, Zukerman maravillaba con su concierto para violín de Elgar en el Royal Festival Hall de Londres, para Zaragoza, tras guiño a la tierra con Falla y jota de su suite española por Cheng y Forsyth, sacó sus mejores armas ya en el allegretto final de la sonata para violín y piano de César Frank prometiendo una segunda parte apoteósica cargada de intensa química y virtuosismo romántico con el magnífico trio op.49 de Mendelssohn que ya interpretaron hace poco en la 92Y de Nueva York.

Asistentes como el socio de honor de la Filarmónica, el ilustre y querido notario de 92 años Ambrosio Aranda, el candidato socialista a la alcaldía, Carlos Pérez Anadón, los escritores Juan Bolea y Julio Cristallys, Ignacio Escuin, de la Universidad San Jorge, la violinista Noelia Gracia , el director del Conservatorio Profesional de Música de Zaragoza, Darío Sierra, aplaudieron junto a una sala entregada, rendida unánimemente ante el genio de este gran músico, confirmando el acierto de la Filarmónica y su entusiasta junta directiva a la hora de programar temporadas de enorme calidad y rango mediático, que contribuyen en buena medida a que esta renombrada institución zaragozana viva con orgullo una segunda edad de oro, y que el próximo 4 de mayo redondearán con el Cuarteto Brodsky.