El Ayuntamiento de Broto exhibe desde ayer la exposición La guerra pirenaica, de los bombardeos a la reconstrucción. Broto y Sobrarbe, 1936-1957, que muestra los efectos de una contienda que «truncó un futuro esperanzador en una zona, la de Ordesa y Monte Perdido, que veinte años antes había sido declarada Parque Nacional. Así lo puso de manifiesto el presidente de Aragón, Javier Lambán, con motivo de la inauguración de esta exposición acompañado de la alcaldesa de Broto, Carmen Muro; el presidente de la comarca del Sobrarbe, Enrique Campo; y el comisario de la muestra, Alberto Sabio.

Lambán recordó que Aragón fue una de las zonas que padeció la guerra de una forma «cruel y pavorosa» por ser un territorio estratégico para republicanos y sublevados, como se puso de manifiesto con la Batalla del Ebro, de la que hoy se cumplen 80 años, sino también en Belchite, Teruel, Alcañiz o el Pirineo, con bombardeos en la primavera de 1938 que destruyeron totalmente las casas próximas al puente de Broto y de otras zonas del Sobrarbe.

La exposición consta de tres espacios. El primero muestra los bombardeos a Bielsa, los combates en Biescas, la situación de Broto y Gavín. El segundo la reconstrucción en las zonas devastadas y la tercera exhibe la mano de obra de los prisioneros políticos concentrados en las proximidades de las obras.