El cambio de ubicación de la sede de la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) de Zaragoza ha tenido sus consecuencias. Durante el 2016 el número de consultas presenciales descendió respecto a años anteriores hasta situarse en las 16.655. Suponen 2.976 menos que en el 2015. Una disminución que fue compensad con el incremento de las llamadas telefónicas en busca de asesoramiento. Se trata de uno de los servicios municipales más demandados por la ciudadanía, junto al 010. Así lo constata que las atenciones hechas a través de todos sus cauces ascendieron a 38.860, prácticamente las mismas que el ejercicio anterior, según el último balance realizado por la OMIC.

Desde que Zaragoza en Común (ZeC) llegó al Gobierno la oficina ha sufrido varios cambios que han sido muy criticados por sus trabajadores. El primero, en abril del 2016, cuando se trasladó a la calle Boterón, donde estaba la oficina del Plan Integral del Casco Histórico (PICH). Hasta entonces, y desde el 2012, había estado en la casa consistorial. Sus empleados avisaron de que la mudanza afectaría al número de atenciones presenciales. Y así ha sido.

Los números reflejan un descenso de más de 3.000 atenciones en la OMIC. En el 2016 registró 13.897 peticiones y se abrieron 7.233 expedientes de mediación. En el 2015 fueron 17.046 y en el 2014, 14.046. En cambio, las llamadas telefónicas aumentaron radicalmente, pasando de 15.931 en el 2015 a 19.289 en el 2016. Si unos suben, otros bajan, como ha sucedido con la comunicación a través de correo. El año pasado se recibieron en la oficina 2.869 peticiones por vía telemática, cuando un año antes fueron 3.191.

Fuentes internas explicaron que el cambio de sede ha afectado directamente en el número de personas que acudió hasta las oficinas por desconocimiento, una tendencia que ya se ha roto. Pero no es el único motivo. La falta de personal -causada por la jubilación de un técnico auxiliar que fue cubierta el pasado mes- obligó en más de una ocasión a derivar a los usuarios a los Puntos de Información al Consumidor (PIC) de las juntas de distrito.

El año no comenzó con buen pie, con un único auxiliar administrativo para atender la demanda y el propio director de la OMIC después de que no se renovara en tiempo y forma a dos asesores. Sus contrataciones dependen de la subvención de la DGA, que este año se mantiene en 27.000 euros, tras el recorte en el 2015 de 18.000. Y una vacante libre.