Todo quedó en un susto, pero el desprendimiento de unos revestimientos de la torre barroca, construida en las últimas décadas del siglo XVII, de la Seo de Zaragoza pudo haber provocado una tragedia sobre los viandantes que ayer paseaban por sus inmediaciones. No había pocos, ya que ocurrió sobre las 12.30 horas, cuando el mercado de antigüedades que se instala los domingos en la zona está más transitado.

La caída de una loseta de 15 centímetros ocurrió en el momento en el que un agente de la Policía Local atendía a una mujer que, casualmente, sufrió un accidente por el mal estado del suelo de la plaza. Arriba, en el alféizar se recogieron otras de hasta 25 kilos.

La intervención de los Bomberos de Zaragoza no fue nada fácil, tal y como señalaron fuentes de este cuerpo de emergencias de la ciudad, ya que decidieron no introducir los camiones autoescalas en la plaza donde se sitúa la catedral por miedo a que la estructura no soportara las toneladas de dichos vehículos. Debajo de la misma se sitúa el museo del Foro Romano. Es por ello que varios bomberos hicieron por un día de escaladores. Tras subir al tejado, decidieron hacer rapel y subir hasta el tercer cuerpo del campanile, donde en los ángulos aparecen esculturas de las Virtudes Cardinales, que fueron añadidas un siglo después, en 1786. Analizaron la zona y los fragmentos que presentaban un peor estado fueron retirados para evitar más desprendimientos. Según fuentes de bomberos, la posible causa de estos desprendimientos responda a la actuación de las últimas lluvias, unida a los vientos de hasta 37 kilómetros por hora que soplaron ayer en la capital aragonesa. No obstante, una comisión de patrimonio y de arquitectos tendrán que revisar la situación de los elementos ornamentales de esta torre-campanario contruída en ladrillo y piedra caliza (los detalles ornamentales) y proyectada por el arquitecto Giovanni Battista Contini. La restauración de la torre finalizó en 1998. Tras la retirada de los cascotes, la zona más próxima a la zona afectada quedó vallada.

OTRAS ACTUACIONES

No fue la única salida a causa del viento realizada ayer por los Bomberos de Zaragoza. Tuvieron que retirar varios árboles y ramas en el paseo María Agustín y en la calle Expresso de Shangai, además de quitar varios morteros de fachada de viviendas situadas en las calle Jimeno Vizarra.

También intervinieron en dos ventanas de casas, cuyos propietarios dejaron abiertas y de portearse caían los cristales sobre la acera. Fue en la calle Andrés Piquier. No hubo heridos, como tampoco hubo como consecuencia de un toldo de una casa, en la avenida Santa Isabel, que el cierzo arrancó y que puso en peligro a los viandantes. También fueron necesarios para retirar una marquesina de una gasolinera en Valdespartera. Además, varios contenedores de basura volaron en la calle Condes de Aragón.