Un total de 403 incendios han calcinado, durante el verano del 2017, 628 hectáreas de monte en la comunidad aragonesa, un 25% menos que durante el del 2016 y solo 197 se trataba de zonas arboladas», aseguró ayer el director general de gestión forestal, caza y pesca, Ángel Berzosa, en la comisión de Desarrollo Rural.

Del total de fuegos, un 77% resultaron ser conatos gracias a la rápida y eficaz actuación de los equipos profesionales. Sin embargo, Berzosa señaló que la comunidad aragonesa ha presentado, durante todo el periodo estival, un nivel importante de sequía, calores extremos y numerosas tormentas eléctricas carentes de precipitaciones. «La campaña se tuvo que adelantar 15 días y comenzó el pasado 1 de junio por los riesgos a los que estaba expuesto», indicó Berzosa.

Un 27% de los incendios, se ha producido por rayos, un 45%, por causas accidentales, un 13%, intencionadas y del resto se desconcen. Las zonas más críticas durante el verano han sido el valle medio del río Aragón y la depresión del Jalón.

Asimismo, la mayor parte de los incendios «se dan en zonas con índice de prealerta rojo o rojo plus», detalló el director de gestión forestal.