El departamento de Desarrollo Rural ha dedicado «un esfuerzo importante» a los programas de educación ambiental que llevan varios años consignados en el presupuesto. Con ellos buscan evitar vertidos o la creación de residuos innecesarios, así como favorecer la regeneración y el uso eficiente de los recursos. En estas partidas, con un valor total de tres millones y medio de euros, se incluyen todos los fondos dedicados a la inspección ambiental. Durante este 2018 se espera superar los tres centenares de controles.

En el ámbito de lo concreto ,estos presupuestos mantienen dos iniciativas relacionadas con la educación ambiental de los más jóvenes de la sociedad. Una novedad es la posible reapertura del aula La calle indiscreta tras su cierre en diciembre del 2015 por los altos costes de alquiler de su sede en la calle Predicadores de Zaragoza y la falta de fondos europeos para su cofinanciación. Durante el pasado año se trabajó en un local de la calle Juan Pablo Bonet, también en la capital aragonesa. Esta iniciativa está dotada con 30.000 euros.

Por otro lado, se trabaja en los programas Aulas Viajeras y el Juego de la Movilidad, así como en el préstamo gratuito de exposiciones itinerantes. En el último trimestre del 2017 ya se puso en marcha un aula móvil de medio ambiente urbano, un tráiler acondicionado de igual manera de La calle indiscreta que de momento se sitúa en el entorno de la Torre del Agua, para lo que cuenta con autorización del Ayuntamiento de Zaragoza, siendo su oferta dirigida a escolares de lunes a viernes y la dinamización de las actividades se realiza por la empresa pública Sarga.