Aragón mantiene indicadores económicos que la sitúan en una mejor posición respecto a otras comunidades, pero para el presidente de CEOE Aragón, Fernando Callizo, está perdiendo en parte sus márgenes competitivos, entre otros motivos, por una subida de impuestos que perjudica a la comunidad en la captación de empresas.

El diálogo social en Aragón, afirma en una entrevista con EFE, va por buen camino con el Gobierno de Javier Lambán en lo que va de legislatura, y ese clima, enfatiza Callizo, es "fundamental" para las empresas a la hora de decidir sus inversiones.

Aunque admite que algunos indicadores económicos Aragón son mejores que en otras comunidades, con la tasa de paro, casi seis puntos por debajo de la media del país, o PIB industrial, advierte de que se está perdiendo un poco esa ventaja y de que la economía está creciendo algo por debajo de la media.

"Cuando los datos están cambiando la tendencia que tenían hay que analizar por qué", subraya Callizo, quien apunta, entre otros motivos, a una modificación impositiva que ha hecho que Aragón esté "en la parte alta de la tabla", lo que genera una dificultad importante a la hora de captar empresas.

"Al sector empresarial -prosigue Callizo- hay que seguir poniéndolo en el centro de cualquier política económica", porque las empresas son las que consiguen generar riqueza y distribuirla a través de la creación de empleo y los impuestos, que deben ser "bastante más razonables".

En ese sentido, reivindica no poner trabas fiscales y convertir la debilidad que supone contar con un extenso territorio con poca población en un atractivo, incentivando la llegada de empresas con terreno gratis, sin especular, con facilidades administrativas y exonerándolas de determinados impuestos.

Afirma además que hoy por hoy las empresas están "razonablemente bien" para continuar creando empleo, pero incide en que aunque la legislación laboral no supone un problema para contratar o despedir trabajadores, las empresas lo que requieren es "flexibilidad" para adaptar sus plantillas a las necesidades productivas, porque así es como pueden garantizar el mantenimiento y el crecimiento del empleo.

"Tiene que haber una flexibilidad lo suficientemente clara para que sea de forma rápida", añade Callizo, pero no solo a través de la legislación laboral, sino "en todos los sentidos", agilizando la burocracia de tener que pasar por distintas administraciones, desde la local a la provincial, autonómica, estatal e incluso europea.

Callizo resalta además que las empresas aragonesas han demostrado ser punteras y han salido "con fuerza al exterior", parando en cierta forma la caída de consumo interno, y está convencido de lo que han hecho "para quedarse", aunque incide en que sigue siendo necesario que ganen tamaño, y por tanto que la legislación lo primer en lugar de penalizarlo.

"Debería haber leyes transitorias y tiempos determinados para que la empresa pueda adaptar sus estructuras", remarca Callizo, quien apuesta también por incrementar salarios pero "donde se pueda, no de forma generalizada".

Señala, en este punto, que la recuperación económica es "innegable" y que las empresas que pueden están subiendo los sueldos, pero más de un 40 % aún arrastran pérdidas de ejercicios anteriores, más del 60 % en el caso de las pequeñas, y hay que evitar llevar otra vez a las que están en proceso de recuperación al "más profundo hoyo".

Además, califica de "error" que los sindicatos no aceptaran la propuesta de CEOE y Cepyme, en el marco de acuerdo de negociación colectiva, de subidas salariales desde el 1,2 % hasta el 2 % más medio punto en función de variables cuando los convenios que se están firmando incluyen incrementos medios del 1,3 por ciento.

"La nómina es la factura que más a gusto paga un empresario, pero hay que ser razonables", insiste Callizo, quien "niega la mayor" cuando se le pregunta si existe precariedad en las empresas que están dentro de la ley, excluyendo la economía sumergida.

Las empresas, para Callizo, cumplen no sin mucha dificultad sus compromisos y pagan a sus trabajadores lo estipulado en los convenios, pero matiza que si hablar de empleo precario es hacerlo de temporalidad o de jornadas parciales, "evidentemente ocurre porque la sociedad demanda que sea así".

"No existe precariedad, existe necesidad de cuándo realizar el trabajo, siempre dentro del marco de la ley, que es lo que las empresas cumplen", asevera el líder de la patronal aragonesa.

En ese aspecto, subraya que hay sectores que pueden generar más estabilidad en el empleo que otros, como la industria frente al turismo, y son esos los que se deben potenciar para que cada día haya más estabilidad laboral.

Considera "rotundamente malo" que el modelo laboral se someta a tensiones políticas, porque los que tienen que negociar son los representantes de los empresarios y los de los trabajadores, y a su juicio es "fundamental" la simplificación en los contratos.

"Adaptar la legislación laboral a la realidad de cada momento", para que se pueda cumplir y en la que prime como objetivo la mejor relación laboral posible para trabajadores y empresas "es una asignatura que tenemos pendiente", asevera el presidente de CEOE Aragón.