No importó el calor. El mercado de las Tres Culturas que se está celebrando este fin de semana en Zaragoza fue ayer un éxito de participación, con numeroso público desplegado en los diferentes puestos y en las diferentes actividades. Eso sí, muchos buscaban la sombra y cobijo al abrigo de algunos tenderetes en las horas más extremas del día, especialmente durante las 12.00 y 14.00 horas.

Sin embargo, las altas temperaturas no impidieron la afluencia en una actividad que el año pasado quedó algo deslucida por las lluvias. Así, la afluencia del año pasado, que fue de unas 200.000 personal, se espera por parte de la organización que sea superada en esta edición.

«Venimos todos los años. Hay muy buen ambiente y es una forma de conocer nuestro pasado. Es verdad que el calor este año es un poco asfixiante, pero se puede llevar», señaló Vicente, quien acudió acompañado por su mujer.

El visitante a este viaje al pasado se encontrará además con una programación cultural donde el espectáculo, la animación y el humor son la clave en la ambientación del mercado. Juglares, faunos, acróbatas, caballeros recorren las calles más céntricas de Zaragoza con marchas tradicionales a ritmo de gaita y pandero. Además, hay danzas y músicas orientales, combates medievales, animaciones teatrales y espectáculos de calle para todos los públicos. En la Plaza San Bruno, un escenario preside el espacio y en él se celebran estos días espectáculos teatrales y conciertos nocturnos. En total, 12 compañías distintas y 16 talleres de ocios antiguos realizarán más de 200 pases en distintos horarios y espacios del mercado. «Lo que más me gusta son los conciertos en esta plaza. Como hace tan buena noche da gusto pasarse por aquí», señaló una joven.

Una exposición singular de máquinas de asedio se puede contemplar en el Puente de Piedra, una zona que despierta la curiosidad de niños y mayores. En ella se reúnen las principales máquinas de asedio utilizadas en combate. Es una exposición única, porque en ningún lugar de Europa, en cuanto al número y calidad de las máquinas que presenta, se puede ver algo igual. Las máquinas son las siguientes: carro escala, mantelete, ballesta de torno, lanzapiedras torbellino, rueda de fuego, torre de asedio, carro incendiario o máquina defensiva plataforma pinchos.

Representación artesanal

Tampoco falta la representación artesanal, con colectivos como la Fundación Nor, la asociación Palestino-Aragonesa Jesusalem, la Fundación Estrella de la Mañana o la Asociación de mujeres árabes AMA-SALAM. En total, los visitantes pueden contemplar 89 puestos de distintas especialidades, 66 de artesanía agroalimentaria, 6 tabernas y 3 jaimas árabes.

Los más pequeños también tienen su programación especial con actividades divertidas. Las actuaciones teatrales, el tiovivo, los saltimbanquis, la música y la danza, los malabaristas o los pasacalles hacen estos días delicias de los niños al tiempo que les enseñarán a conocer y disfrutar de la Edad Media.

Hay también dos campamentos medievales. Un campamento militar en la plaza del Pilar, que está dirigido por la Compañía Lobos Negros, que asesora de la serie Isabel de TVE. Se trata de un espacio para toda la familia que recreará luchas de caballeros y talleres de la vida de la época.

Por otro lado, en la plaza trasera de la Lonja, la Asociación Dandelion recrea la vida activa de una aldea medieval no guerrera. Los miembros del campamento protagonzian actividades como tiro con arco para niños, guerra de mazas, pintura facial, globoexia, percusión y una guerra de catapultas y tirachinas.