El cambio climático no es una mera percepción o un debate recurrente. Los datos meteorológicos confirman que este es una realidad, como se demuestra que el trimestre de la pasada primavera se registran unas temperaturas que superaron en 1,7 grados la media de toda la histórica. Al calor extremo hubo que añadirle una pluviosidad inferior a lo habitual. Las predicciones indican además que este verano tiene un 50% de probabilidades de continuar con valores por encima de la normalidad, superando los registros históricos.

Estos son algunos de los datos que presentó ayer el delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología, Rafael Requena, quien indicó que es «sigfnificativo» que el aumento de las temperaturas sea tendido durante un trimestre, lo que permite sacar conclusiones mucho más contundentes que si se trata de un episodio temporal más pequeño.

De este modo, a un calor extremo en primavera se le unió también un trimestre especialmente seco, con unas precipitaciones del 83% respecto a los valores normales y un déficit promedio para toda la Comunidad de 28 litros.

MARZO HÚMEDO

Estos valores habrían sido aún más negativos si no hubiera sido por las precipitaciones registradas durante el mes de marzo, lo que compensó un trimestre que continúo con un mes de abril muy seco y un mayo seco. Eso sí, el comportamiento no ha sido igual en toda la comunidad autónoma, y en la provincia de Huesca y el sur de Teruel hubo más pluviosidad que en el sur de Zaragoza y el norte de Teruel, donde los valores fueron muy bajos. Especialmente significativo es el caso de Borja, donde se quedó tan solo en un 35% de la pluviosidad normal.

En los datos de las temperaturas por ciudades, Requena destacó que tanto Zaragoza como «más descaradamente» Teruel registraron la mayor anomalía positiva de temperaturas de sus respectivos registros históricos, mientras que en Huesca fue el cuarto mayor. Requena también indicó que en lo que va del mes de junio, salvo el bajón significativo de temperaturas que se produjo el día 4, el ascenso se ha notado más en Zaragoza y Huesca. A partir del día 10 las máximas han estado por encima de los 30 grados e incluso se ha llegado a los 40, a pesar de lo cual únicamente Teruel, el 14 de junio, ha batido el registro histórico con una temperatura de 38 grados. En cuanto a las predicciones para los próximos días, se espera un repunte de las temperaturas mañana, alcanzando el aviso naranja con termómetros que superarán los 39 grados. A partir del lunes se espera que se suavicen las temperaturas, debido a «una vaguada atlántica” que “liberará la masa de aire cálido».

En cuanto a la predicción de las precipitaciones para el verano, no se ha podido definir con exactitud, por lo que lo que existe un 33% de probabilidades de que sea un verano normal, más húmedo o más seco de lo habitual.