Javier Campoy es desde ayer el nuevo presidente del PP en la provincia de Zaragoza tras ser apoyado por el 97,4% de su partido en una candidatura única. Su vista está puesta en el 2019 y en conseguir que los populares vuelvan a gobernar plazas tan importantes como la capital aragonesa y el Ejecutivo autonómico, por lo que pidió a afiliados, alcaldes y concejales que «miren a los ojos» de la ciudanía para defender la «limpieza» de la formación en esta comunidad autónoma. Admite el desgaste de casos como Gürtel o Lezo, pero apela al legado de Luisa Fernanda Rudi y de su sucesor en el cargo, Luis María Beamonte.

Así lo señaló Campoy durante la clausura del 16 congreso provincial en el que los populares renovaron tanto la presidencia como el comité directivo. Sus padrinos fueron su amigo y antecesor en el cargo, Luis María Beamonte -actual líder del PP de Aragón- y la vicesecretaria de Estudios y Programas del Partido Popular, Andrea Levy.

Ante ellos y el resto de afiliados que llenaron el Palacio de Congresos Expo Zaragoza 2008, Campoy pidió hacer un acto de fuerza y «no aceptar que la izquierda zaragozana, una izquierda que tiene tanto que callar, extienda la sospecha de la corrupción sobre nosotros». «No permitáis que distraigan a nuestros vecinos», recalcó en un discurso en el que el nuevo presidente de los populares aragoneses hizo constantes alusiones al municipalismo e, incluso, llegó a resaltar sus orígenes en Maella. «De mis padres, que regentaban un bar, aprendí que por muy cansado que estés, siempre hay que dar una buena acogida», afirmó.

FRENTE AL RADICALISMO / Campoy reconoció estar «harto de tanta radicalidad, del insulto permanente». «Queremos para Aragón lo contrario de lo que tenemos hoy», aseveró, mientras describió una izquierda «completamente escorada y radicalizada, ya que el Gobierno de Lambán depende de Podemos y el de Zaragoza es de Podemos y depende del PSOE».

Frente a ello, resaltó «los valores del PP de defensa de la persona y de la libertad». Por ello, propuso «un territorio que atraviesa las dificultades de baja densidad, de zonas montañosas, de la aridez que seca nuestros campos». «Zaragoza no puede conformarse con ser una provincia atravesada por el Ebro, con ser numéricamente una de las cinco primeras ciudades de España. Zaragoza debe aspirar a mucho más», apostilló.

APOYO / El presidente regional del PP, Luis María Beamonte, pidió a Campoy que esté al lado de alcaldes, concejales y resto de representantes porque son «la esencia» del partido y, a la inversa, a estos con respecto a Campoy.

Reivindicó a su formación como un partido «limpio» que se ha dedicado «a lo que tenía que dedicarse», que es trabajar por el interés general, cosa que «otros en esta comunidad autónoma no pueden decir lo mismo» y tienen «mucho que callar», dijo sin señalar a nadie.

En este sentido, Beamonte criticó el «ataque» a la escuela concertada por ser «impropio de un Gobierno serio» y afirmó que la no reapertura de 13 aulas en estos centros es «la revancha del presidente contra los 30.000 aragoneses que salieron a la calle a pedir libertad». 106 niños han salido de la lista de admitidos.

También criticó la política fiscal del PSOE porque «solo recauda en vez de incentivar políticas de empleo». De hecho, mostró su apoyo a los trabajadores de la central térmica de Andorra y a toda la comarca, ante la amenaza de cierre de la planta. «Para Lambán la culpa es del Gobierno de España, habrá que recordarle que la operación de Enel la hizo Zapatero», apuntó.