El incremento en un 33% de la financiación nacional para investigación en la Universidad de Zaragoza, junto a la subida de un 7,5% de las ayudas europeas y de los fondos autonómicos, dibujan un escenario en el campus público «optimista» para este año. «Estamos lejos de los mejores tiempos, pero la cifra de captación de fondos ha crecido y esto es una ventana a la esperanza», aseguró ayer el vicerrector de Política Científica de la Universidad de Zaragoza, Luis Miguel García Vinuesa.

Las partidas ministeriales permitieron al campus en el 2016 lograr 8,3 millones gracias a 73 proyectos de I+D+i del Programa estatal de investigación del Ministerio de Economía y Competitividad (Mineco), la principal fuente de recursos del sistema público de investigación español. Esta cantidad situó a la institución aragonesa como la octava universidad de España en captación de fondos nacionales, ascendiendo cuatro puntos respecto al 2015.

La reactivación de la I+D+i en Aragón y la tendencia al alza de la investigación llegan tras «años de sufrimiento» en el campus público. «En el 2008 conseguíamos más de 50 millones de los cuatro fondos (europeo, nacional, autonómico y de empresas), mientras que en el 2015 fueron 33,6 millones. Es una reducción del 50% en captación, por eso digo que aunque nos estamos recuperando, seguimos lejos», detalló García.

MENOS PERSONAL

En el apartado de personal, la universidad ha registrado una pérdida de 400 trabajadores. En el 2010 se contabilizaban 865 personas contratadas gracias a los fondos de investigación, mientras que este año hay 466.

El campus ha experimentado también un importante incremento en las convocatorias europeas al lograr 5 millones de euros en el 2016, lo que supone un 7,5% más que el año anterior, con 26 proyectos nuevos aprobados de los 200 que se pidieron. Entre ellos destacan, entre otros, las denominadas «islas de excelencia» de la universidad, como las ciencias, la biotecnología, la ingeniería, la robótica o la biocomputación.

Respecto a los fondos autonómicos, el acuerdo de financiación entre el Gobierno de Aragón y el campus y el futuro pacto por la ciencia son «una gran esperanza» para alcanzar niveles óptimos de investigación. «Es un paso para reafirmar la investigación y volver a la senda que nunca debimos abandonar. Supondrá un esfuerzo catalizador para el Gobierno y un bálsamo para la captación de proyectos y de patentes», señaló García Vinuesa.

Además, la universidad cuenta de nuevo con una inversión de 3,3 millones de euros para la adquisición de equipamiento científico. «Esto es algo que llevaba una legislatura en blanco, es decir, sin inversión para material. También es muy importante el programa para reparación de equipamientos, cuya cantidad asciende a 175.000 euros», explicó.

Por último, el vicerrector reparó en la necesidad de «hacer que vuelvan» los investigadores a Aragón. «Un científico debe salir de su nicho, pero nuestro deseo es que vengan aquí a investigar», puntualizó.