La captación de vivienda vacía impulsada por el Ayuntamiento de Zaragoza en colaboración con el Gobierno de Aragón --el programa bautizado como Alegra tu vivienda-- ha conseguido atraer en solo un año a más de 300 particulares, que han decidido poner a disposición de la Administración sus inmuebles desocupados para combatir la emergencia habitacional, la necesidad de ofrecer techo a quienes lo necesitan. Hace doce meses que ambas instituciones firmaron el compromiso de colaborar y el resultado, a día de hoy, son 138 familias alojadas ya en este tipo de pisos, de los 365 solicitudes recibidas.

De ellas, un total de 169 ya tienen firmada la cesión , 9 están reservadas para familias y 62 han sido rechazadas. Otras 134 están todavía en trámite, con lo que, sumadas a las 169 ya suscritas, suman los 303 casos en los que el final de las conversaciones ha acabado en éxito.

Desde su puesta en marcha, la Unidad de Información y Atención al Ciudadano de Zaragoza Vivienda ha atendido a un total de 1.740 propietarios, de los que un 10% ha acabado firmando un contrato que les obliga a ceder el inmueble durante un máximo de seis años.

El concejal de Vivienda de Zaragoza, Pablo Híjar, mantuvo ayer que con el dinero consignado en el presupuesto, otros 1,8 millones, se prevén obtener 300 más en el 2017. Junto a él, la directora general de Vivienda de la DGA, Mayte Andreu, destacó que «más de 500 personas» hoy «viven mejor que hace un año» gracias a un programa basado en la «colaboración» de las Administraciones. La del Gobierno de Aragón, 47.531 euros que aporta.

El perfil de los ciudadanos que ponen su vivienda a disposición municipal es el de una persona de nacionalidad española y de 64 años de edad. El de los pisos: libres en un 99 % de los casos, con una antigüedad de 49 años y una superficie útil de 64 metros cuadrados. En la distribución por barrios, Delicias es el que más solicitudes tuvo (21 %), seguido de Torrero (13 %) y San José (13 %).

Ahora introduce novedades como fijar en 225 euros mensuales el alquiler mínimo a satisfacer, el incremento de la renta máxima a pagar hasta los 4,75 euros por metro cuadrado y la reducción a tres meses de la exigencia de haber estado vacía antes de cederla al ayuntamiento.