La responsable del área de Sensibilización de Cáritas Zaragoza, María Pilar Tirado, lamentó ayer durante el café-tertulia que los recursos de la entidad "son finitos" a pesar de la generosidad de la gente que les ayuda. De hecho, aseguró que no quieren ser una entidad "tipo cajero automático" y que sus ayudas se van a ir acabando. "No podemos hacer lo que es competencia de las autoridades", criticó Tirado. "No queremos participar de este modelo", subrayó. Y es que desde el 2007, Cáritas Zaragoza ha multiplicado por cinco sus ayudas directas a ciudadanos sin recursos. Según el balance de la entidad, durante el pasado año se destinaron más de 2 millones de euros a subvenciones directas a personas en riesgo de exclusión, "siendo algo que debería aportar la DGA", dijo Tirado.