Carme Chacón tenía ascendencia aragonesa, en concreto su abuelo materno, quien nació en 1920 en Alcubierre, y visitó esta localidad en varias ocasones por petición especial de su familia materna, tanto en su juventud como ya en su vida política. Francisco Piqueras, amigo personal de José Antonio Labordeta (Chacón acudió al funeral del cantautor), se trasladó de niño a Barcelona con sus padres y con apenas 14 años se afilió en la CNT. Con 17 se alistó en las filas de la columna Vivancos para luchar en el frente de Aragón, donde combatió junto a otros libertarios por tierras de Belchite, Huesa, Utrillas, Oliete, Calanda y Alcañiz. Fue en esta última ciudad turolense donde se produjo el proceso de militarización de aquellas primeras columnas de milicianos, así que abandonó el frente, al que volvió después ya como parte de la 121 Brigada de la División 26, la antigua Columna Durruti, con la que luchó en el sector de Tremp y resultó gravemente herido. Salió del hospital y volvió a incorporarse en la misma Columna hasta el final de la guerra civil. Al terminar ésta, sufrió un periplo por campos de concentración franceses y batallones disciplinarios españoles, tras su arresto en Figueras.

Ya en libertad, regresó a Barcelona y se dedicó al relanzamiento de la CNT desde la clandestinidad, en este caso llegando a ser nombrado secretario de Defensa durante los años 1949 y 1950 y, en 1983, secretario general de la Federación Local de Barcelona de la CNT.

El abuelo materno de Carme Chacón falleció en 2004, con 82 años, no sin antes haber luchado en la tarea de plasmar por escrito los problemas del mundo libertario (en libros como «Batallón Disciplinario número 46 de ST», «Renunciamos a todo menos a la Victoria», «Robo a la República», «Cartas a Marianet», «SIM»-Servicio de Investigación Militar-, entre otros).

Francisco Piqueras escribió prácticamente hasta su último aliento, demostrando un carácter tenaz e incansable que heredaría su nieta.