Carmen París, jotera y embajadora de Aragón a nivel nacional e internacional, es la pregonera de las Fiestas del Pilar 2015. Hija adoptiva de la ciudad y comprometida activista por los Derechos Humanos, es reconocida por fusionar la jota con el jazz, el flamenco, la música andalusí y otras corrientes musicales.

-¿Qué significa para usted ser pregonera?

-Un empujón de moral. Es un honor y a la vez una responsabilidad muy grande porque no todo el mundo tiene la oportunidad de hablarle a miles de personas reunidas.

-¿Qué lectura hace de que en los últimos 35 años haya habido menos de 10 mujeres pregoneras?

-No me sorprende (risas) porque las mujeres han hecho grandes hazañas en todos los campos pero siempre se han mantenido en un segundo plano.

-En su pregón habla de que en Aragón tendemos a valorar más lo de fuera que lo nuestro y de lo difícil que es ser profeta en la propia tierra. ¿Por qué en Aragón cuesta reconocer el talento que tenemos en la comunidad?

-Es como la anécdota de Buñuel: le dieron el premio en el festival de Cannes y se encontró a dos conocidos por el Paseo Independencia que le dijeron: ‘¡Don Luis! Ya hemos visto la última, flojica ¿eh?, flojica’. Esa es una de nuestras características: el descreimiento, si a los nuestros se les puede tirar para abajo mejor. Creo que eso es una marca de la casa que llevamos como una losa y tira para abajo muchos proyectos.

-No olvida su faceta más reivindicativa en el pregón, ¿qué es lo que más indigna a Carmen París?

-Muchas cosas porque el mundo está loco. Lo que me parece más acuciante es la manera en la que nos entregamos a todos los inventos tecnológicos sin ningún pensamiento crítico. Están pasando cosas muy urgentes en el mundo y nos desvían la atención hacia otras que, sin dejar de ser importantes, no son las que apremian. Es muy fácil teledirigirnos hacia donde quieren porque explotan nuestras emociones debido a la inmediatez que nos ha brindado la tecnología.

-También dice que la cultura no solo sobrevive con fiestas y subvenciones, ¿qué hace falta para que sobreviva y se mantenga?

-Ya no voy a pedir que haya políticas que favorezcan la actividad cultural, solo que dejen de poner trabas. El IVA cultural es una losa que hace fallida cualquier iniciativa privada.

-¿Qué reivindicaciones son fundamentales en estas fiestas?

-El hecho de que haya 9000 militares desplegados en Zaragoza no me alienta mucho, aunque no vayan a hacer nada en las fiestas. Que tengamos unas maniobras y seamos una tierra de experimentos militares me preocupa.

-¿Cuál es el mejor recuerdo que guarda de las fiestas del Pilar?

-Las ofrendas, en las soleadas se crea una energía tan especial en Zaragoza. Para mí es el acto más esencial de todas las fiestas. Me entristece bastante que vaya asociado el día de la ofrenda a los desfiles militares, que está en las antípodas. La magia y la atmósfera que se crea hacen que sea para mí el día más mágico y más majico del año (risas).

-El 15 de octubre actúa en la plaza del Pilar con el proyecto ‘Dos medinas blancas’, ¿qué destaca de esta experiencia?

-La buena energía que ha fluido entre nosotras, lo complementarias que son nuestras voces y lo hermanas que son nuestras músicas.

-¿Qué satisfacciones le da la música?

-Muchas. Cuando en la vida pasan cosas tristes siempre tengo la música como una tabla de salvación, además de ser mi modo de vida.

-¿Con qué géneros le gustaría experimentar?

-Estoy profundizando en el hermanamiento moruno y he descubierto en una gira por Suecia, un grupo de mujeres que hacen lo que hago yo con la jota pero con su música tradicional. Vi que algunos temas encajaban con la jota y hacer jotas suecas sería ya la bomba. Eso para el futuro. ¡Las jotas suecas van a romper la pana! (risas).

-¿Qué proyectos musicales tiene a corto plazo?

-He musicado un poema de Lorca para La Novia de Paula Ortiz, he participado en Bendita Calamidad de Gaizka Urresti. Acabo de entregar una música para una obra de teatro de Aurea Martínez y me han llamado para la película sobre la jota que va a realizar Carlos Saura. Estoy más liada que la pata de un romano así que pensaré en otros proyectos después de todo esto.

-Qué pensamientos va a tener cuando salga al balcón esta noche?

-Hay algo que me va a pesar bastante: tengo a mi madre con Alzheimer y ya no nos conoce, no se va a enterar de que su hija es la pregonera. Eso es lo que más presente voy a tener todo el rato