El carril bici del paseo Sagasta ya está a pleno rendimiento en su primer tramo, entre la plaza Paraíso y la avenida Goya. Por ahora está sorteando las afecciones al tráfico auguradas por vecinos, grupos políticos y diferentes asociaciones al coincidir con un periodo estival, con apenas tráfico.

Pocos ciclistas se vieron ayer estrenando la nueva red ciclable que tanta polémica y malestar ha generado entre los vecinos. Ayer, la concejala de Movilidad, Teresa Artigas, aseguró que se han resuelto todos los «inconvenientes» puestos sobre la mesa tras la presentación del proyecto. El principal era la restricción del tráfico. «No habrá problemas en las zonas de carga y descarga, ni de acceso para los residentes», aseguró la concejala.

Este carril bici, bidireccional y que transcurre paralelo al bulevar de Sagasta, en dirección al barrio de Torrero, además de beneficiar directamente a los ciclistas, permitirá mejorar la «movilidad peatonal», destacó Artigas, gracias a la continuidad peatonal que ofrece el nuevo paso peatonal.

Artigas admitió que durante los primeros días se pueden generar pequeñas retenciones, como ocurrió en Gran Vía o el paseo Independencia, señaló. Estas dos arterias de la ciudad también tienen un único carril para coches, autobuses, taxis y vehículos de emergencia que conviven a la perfección, señaló.

La concejala recomendó a los conductores que utilicen como vía alternativa la avenida Goya o el camino las Torres.

FUTURO

Los técnicos de Movilidad se encuentran ahora redactando la segunda fase del carril bici de Sagasta, desde la avenida Goya hasta el barrio de Torrero. Por ahora se desconoce cuándo podría estar listo y, sobre todo, la fecha en la que comenzarían las obras. Artigas indicó que el objetivo es poder comenzar antes de final de año las obras.

Lo mismo sucede con la prioridad semafórica para el servicio del bus. Los técnicos tienen que estudiar ahora cómo se aplica y cuándo podría estar en marcha.

Zaragoza en Común (ZeC) sigue dando pasos para cumplir con una de sus propuestas: expulsar a los coches del centro con el objetivo de convertir la movilidad en sostenible.

Lo está haciendo mediante la ampliación de la red ciclable, limitada por las sentencias judiciales que han obligado a cambiar determinados proyectos sobre la marcha. Y también, reduciendo los carriles destinados a la circulación.

Así lo hizo ya en el paseo Constitución con un buen resultado. Desde la reforma, también muy polémica y con los vecinos de la zona en contra, se ha logrado reducir hasta un 20% el tráfico rodado. En general, la circulación de coches ha descendido un 1% desde el 2015. El propósito de ZeC pasa por ir ampliando poco a poco esta cifra.

La oposición reclama que se mejore el transporte público para que los conductores puedan dejar el coche en casa.