El pleno extraordinario del Ayuntamiento de Zaragoza debate hoy, de nuevo, sobre parte del destino del remanente de tesorería del 2016. Concretamente el de 5,44 de los más de 17 millones de euros que el Gobierno de Zaragoza en Común (ZeC) quiere dedicar a pagar a los proveedores que han tenido la mala suerte de tener alguna de las casi 150 facturas pendientes de consignar al presupuesto. Abonarlas hoy sería un pacto de mínimos en medio de una discusión política que gira en torno a la salida del plan de ajuste, aparcada desde hace una semana porque la oposición forzó la retirada del expediente en el pleno ordinario del pasado 20 de febrero. Y a la que ZeC quería destinar los más de 11 millones restantes, cancelando los dos préstamos que se lo impiden.

La votación de hoy llega al salón de plenos sin pactar --ZeC solo se ha asegurado el voto favorable de CHA pero no del PSOE-- y buscando dar salida a las denominadas facturas en los cajones, la llamada cuenta 413. Pero con el encontronazo todavía latente del Gobierno de Pedro Santisteve con el resto de formaciones a propósito de si el destino del remanente del 2016 debe ser el que permitiría la salida del plan de ajuste. Porque le acusan de querer hacerse esa foto y no pensar en la cancelación de otros préstamos que generarían más ahorro al consistorio en intereses. Y porque no le dan validez ni siquiera al informe elaborado por la Oficina Técnica de Finanzas del ayuntamiento, que aseguraba que la salida del plan de ajuste era, además, la amortización más interesante para las arcas municipales, de casi 550.000 euros.

El enésimo rifirrafe por cuestiones económicas que sigue atascada una semana después, sin ninguna reunión de ZeC con el resto de partidos para intentar un acercamiento. Y, mientras tanto, un total de 191 facturas siguen esperando ser abonadas. Eso si se entiende que la cuantía global es la que figuraba al cierre del ejercicio 2016, por valor de 9,36 millones de euros.

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Porque la versión de ZeC es que la cifra real es la de 5,44 millones y que, aprobando el dictamen que se propone hoy, la cuenta 413 se quedaría a cero. La explicación es considerar que, como afirma, en febrero de este año, 4,19 millones de euros correspondientes a unas 40 facturas ya están en tramitación para abonarlas como reconocimiento de obligación con el presupuesto de este año. Entre ellas, 3,86 millones para tres grandes contratas: Gas Natural (1,72 millones), FCC (1,03) y Urbaser (1,1).

Pero el pleno hoy se pronuncia sobre el pago de 5,44 millones de esos 17, dejando viva la posibilidad de conseguir la salida del plan de ajuste en el corto plazo. No porque confíe en un acercamiento en breve, sino porque la ley establece que se debe gastar el remanente este mes. Reconocer que la deuda con los proveedores es de 9,36 dejaría solo 8 para cancelar los préstamos que permitirían salir del plan de ajuste. Esta se demoraría porque sacar lo que falta del presupuesto, que se aprobará de forma definitiva este mes, obligaría a una modificación de las cuentas para la que, de nuevo, necesitaría apoyos.