Casi el 58 por ciento de los jóvenes de Aragón reside en alguna de las tres capitales de provincia, según el informe "La juventud en cifras" publicado por el Observatorio de la Juventud en España.

En Aragón hay 186.627 chicos y chicas con más de 15 años y menos de 29, lo que representa un 14,3 por ciento de su población (1.308.563 habitantes) y sitúa a la comunidad autónoma entre las regiones con menor proporción de jóvenes, por encima de Asturias, que es la que menos (12 %), y en el entorno de regiones como La Rioja (14,3 %) o Castilla León (13,4 %).

Aragón es la primera comunidad con mayor porcentaje de jóvenes en las capitales de provincia (57,64 %), aunque también es de las que más porcentaje tiene, un 14,48 %, con jóvenes que viven en pueblos de menos de 2.000, por detrás de Castilla y León (21,95 %) y de Extremadura (18,85 %).

Un 15,10 % de los jóvenes aragoneses reside en municipios de entre dos mil y diez habitantes y un 12,78 en ciudades de entre diez mil y cincuenta mil habitantes.

También en el conjunto del país los jóvenes se han puesto de espaldas a la España rural. Más del 32 por ciento de quienes tienen entre 15 y 29 años reside en las capitales de provincia y apenas un 5 por ciento en esa (cada vez más grande) parte del país que lentamente se va despoblando.

La España rural se queda sin gente desde hace años: se queda sin mayores porque fallecen y se quedan sin jóvenes porque emigran a la ciudad. Criar hijos en los pueblos es heroico.

El Observatorio de la Juventud en España, una entidad de estudio dependiente del Instituto de la Juventud (Injuve), ha publicado recientemente el informe "La juventud en cifras" con datos actualizados el pasado mes, procedentes del Instituto Nacional de Estadística.

Según esta fuente, que fecha sus números a 1 de enero de 2016, en España hay 7,11 millones de chicos y chicas con más de 15 y menos de 29 años, es decir, el 15,3 por ciento de la población, de 46 millones de habitantes.

Ese 15,3 es el segundo más bajo de la UE. Sólo Italia tiene menos jóvenes, porcentualmente hablando. Por si fuera poco, un vistazo a la evolución temporal de la población joven española (una tabla que también enseña el informe del Observatorio) arroja conclusiones más que ilustrativas de la realidad demográfica actual. España tiene hoy la población joven que tenía en 1960, pero menor peso en la demografía. Si hace medio siglo era del 23,4 por ciento, ya que había menos habitantes, en 2016 se registró ese 15,3 mencionado. No hay experto en pensiones en este país que no tuerza el gesto al ver ese dato.

En la juventud, además, se palpan las tendencias demográficas españolas. Así, las comunidades autónomas con una menguante tasa de natalidad, con la de envejecimiento al alza y con la de la migración rural-urbana en expansión son también las que cuentan menos jóvenes entre sus habitantes.

Por ejemplo, la representación demográfica de los jóvenes en Asturias es del 12 por ciento, apunta el informe, lo que convierte al Principado en la comunidad con menor incidencia de la juventud en su población. Le siguen Galicia y País Vasco, ambas con el 13 por ciento, Cantabria con el 13,2, y Castilla y León con el 13,4.

Las asturiana, gallega, cántabra y castellanoleonesa son precisamente las comunidades que con más empeño quieren una Estrategia Nacional para el reto demográfico, y así lo pidieron en la última Conferencia de Presidentes. El Gobierno ha tomado nota y ya trabaja en el documento y en las que serán sus actuaciones.

Las ciudades autónomas de Ceuta y de Melilla lideran el sector opuesto. En términos relativos, tienen más jóvenes que cualquier comunidad (20,6 por ciento en Melilla; 19,5 en Ceuta).

El estudio del Observatorio de la Juventud recoge información sobre cómo se distribuyen los lugares de residencia de los jóvenes.

La mayoría, un 32,12 por ciento, vive en las capitales de provincia, lo que refleja una tendencia común en la población española, que prefiere las grandes ciudades antes que los núcleos pequeños por una sencilla razón: el empleo.

Asimismo, en las ciudades de entre 10.000 y 50.000 habitantes se localiza el domicilio de un 27,61 por ciento de los jóvenes.

Como contraste, el 5 por ciento que mantiene su residencia en los municipios de menos de 2.000 habitantes y el 14,7 en los de más de 2.000 pero menos de 10.000.

Ese trasvase del campo a la ciudad resulta notorio en Aragón: casi el 58 por ciento de los jóvenes aragoneses reside en alguna de sus tres capitales de provincia, cinco puntos más que en la comunidad uniprovincial por excelencia, Madrid.

La cantidad de localidades de tamaño medio en Cataluña es probablemente la razón de que apenas un 27 por ciento de los jóvenes tenga su domicilio en las capitales catalanas.

Murcia y Madrid son las autonomías con menos jóvenes en sus pueblos, ya que ambas no llegan al 1 por ciento, lo cual denota la fuerte atracción que sus núcleos urbanos generan en la juventud debido al empuje económico.

Por otra parte, la dispersión poblacional explica que en Castilla y León los jóvenes residan en las capitales (más del 44,5 por ciento) y en los minúsculos municipios (casi un 22). Aquí las localidades medianas aparecen como las más envejecidas.