El 58% del personal sanitario afectado este año por el plan de jubilación del Salud ha solicitado permanecer en activo. Así lo reconoció ayer en las Cortes el consejero de Sanidad, Ricardo Oliván, que prometió "flexibilidad" en la aplicación del plan que persigue el retiro forzoso a los 65 años.

La iniciativa del Salud, enfocado fundamentalmente a las jubilaciones, afecta a 274 personas de más de 65 años de todas las categorías sanitarias.

"Dadas las especiales características del ámbito sanitario, se están considerando excepciones, siempre con "criterios objetivos", expuso Oliván, para que algunas personas puedan prolongar la edad de su jubilación, mirando el interés asistencial y nunca el del profesional que lo solicite.

Así, se han solicitado 159 prolongaciones, que se autorizarán en casos en los que se detecte que hay profesionales que son "imprescindibles" para seguir prestando el servicio en un área determinada, una vez que se analicen todas las peticiones.

Las cifras, sin embargo, provocaron el enfado de algunos sectores, que consideraron que el Salud aportó otros datos que los presentados inicialmente en el plan. "Este año correspondería jubilar a todos los que cumplan 65, 66, 67, 68, 69 y 70 años que el Plan estima en 88. El año 2014 habría 93, y 114 más en el 2015. Posteriormente, 139 y 147 en los dos años siguientes, lo que hace un total de 581, pero Oliván afirma que este año habrá 274, por lo que el número de retiros total no será de 581 sino de 767", indicaron desde esas fuentes. "Según la normativa solamente se puede reponer hasta un 10%, lo que puede suponer la perdida de 690 médicos lo que creara unos graves problemas de listas de espera", añadieron.