En los últimos seis cursos escolares --desde el 2009-2010-- se han cerrado en Aragón un total de 29 colegios rurales. Teruel, con 11 clausuras, ha sido la provincia más afectada, mientras que en Zaragoza se han registrado 10 cierres y en Huesca 8.

Colectivos y agrupaciones de padres critican la "sangría" educativa en el medio rural y apuntan que "el cierre de las escuelas en los pueblos supone el primer paso para la despoblación y la consecuente desaparición" de los pequeños municipios de la comunidad.

En el 2009-2010, tal y como refleja la información de la derecha, se cerraron cuatro colegios: Trasobares (Zaragoza), Castejón de Valdejasa (Zaragoza), La Melusa (Huesca) y Escalona (Huesca). Al año siguiente, en el periodo 2010-2011, la falta de alumnos impidió a los municipios de Mezalocha (Zaragoza), Villacarlí (Huesca) y Azaila (Teruel) volver a abrir las puertas de sus centros educativos tras muchos años de enseñanza.

En el curso 2011-2012, Bailo (Huesca) y Escorihuela (Teruel) fueron las localidades afectadas por las consecuencias de la despoblación, mientras que en el 2012-2013 la cifra se incrementó hasta cinco cierres con la clausura de los colegios de Sodeto (Huesca), Castigaleu (Huesca), Loscos (Teruel), Palomar de Arroyos (Teruel) y Libros (Teruel).

EL PEOR DATO El peor balance se vivió en la comunidad al inicio del curso 2013-2014, cuando fueron 10 municipios los que perdieron su escuela. En la provincia de Zaragoza, Acered, Aranda de Moncayo, Torrijo de Cañada y Añón de Moncayo clausuraron sus centros. En Huesca, se vieron afectados los niños de Pertusa, mientras que en Teruel otro cinco colegios dijeron adiós a sus diferentes aulas: Mezquita de Jarque, Orrios, Torrijas, Crivillén y Allepuz.

La crisis de la educación en el mundo rural no solo se centraliza en Aragón, sino que afecta a todo el país. De hecho, hace una semana los Reyes de España visitaron el colegio público de Pereiro de Aguiar, en Ourense, en un pretendido guiño a la castigada escuela rural que, en este curso, también ha vuelto a perder colegios en Aragón.

El Departamento de Educación confirmó cuatro días antes del inicio escolar --el 10 de septiembre-- que Monreal de Ariza (Zaragoza), Atea (Zaragoza), Jaulín (Zaragoza), Fañanás (Huesca) y Barrachina (Teruel) no cumplían con la ratio mínima exigida --seis alumnos-- para mantener abiertas sus escuelas y sus colegios estaban abocados al cierre. "Pedimos que el cierre de aulas no se haga sólo atendiendo a números y que se valoren los datos demográficos de los próximos años, que pudieran hacer que la escuela se mantuviera abierta", señalaron desde la Federación de Agrupaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón (Fapar).

Y el futuro "da miedo", según apuntan a las familias, ya que este curso 97 escuelas rurales de la comunidad se mantienen abiertas con diez o menos alumnos. "La cuestión no es tanto si se debe cerrar una escuela con 4, 5 o 6 niños, sino por qué en el pueblo no hay gente joven con hijos pequeños que decidan vivir en los pueblos. Las familias sienten que se les está expulsando del pueblo y obligando a vivir en localidades más grandes porque los servicios y las oportunidades en estos son mayores para ellas y para sus hijos", expusieron desde Fapar.

DESMANTELAMIENTO Por otro lado, las familias aragonesas denunciaron el "desmantelamiento progresivo" que ha sufrido la escuela pública en el medio rural "con los continuos recortes" por parte de la Administración.

"Medidas como las supresiones de las rutas de transporte o restricciones del derecho al mismo en niveles no obligatorios como la Formación Profesional, el recorte de plantillas de profesorado o el aumento de ratios que obligan a agrupamientos de los centros hacen que a las familias les suponga un esfuerzo quedarse en el pueblo, que en muchos casos es inasumible", indicaron.

"El desplazamiento hacia las grandes ciudades de los estudiantes tiene mucho que ver con las escasas oportunidades que se están generando en los pueblos", añadieron desde la agrupación de familias.