El contagio de legionela de una secretaria judicial en Zaragoza originó ayer, aun antes de confirmarse, un inédito desalojo del edificio Vidal de Canellas de la Ciudad de la Justicia, donde trabaja la mujer en un juzgado de Primera Instancia. Los funcionarios, informados por la Junta de Personal, abandonaron el inmueble de forma «preventiva», según destacaron los sindicatos, y «unilateral», según destacó el Gobierno de Aragón.

La letrada de la Administración de Justicia (actual denominación de los secretarios judiciales) llevaba un tiempo aquejada de una aparente neumonía, y anteayer por la noche se puso en contacto con la Dirección General de Justicia e Interior para avisar de que podía ser legionela. Ayer por la mañana, técnicos de una empresa especializada revisaron las instalaciones para confirmar que el origen de la bacteria no estaba en su lugar de trabajo.

Según informó el Gobierno de Aragón, a priori nada indicaba que el foco del contagio estuviese en la Ciudad de la Justicia, ya que no había elementos de riesgo: no existen torres de refrigeración, ni tanques de agua, ni agua caliente, ni humidificadores ni riego por aspersión, y los elementos de climatización están en la central de Ranillas, a más de 300 metros.

Así se lo comunicaron por la mañana al presidente del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), al juez decano y a los sindicatos, entre otros.

Pero estos, al no haber confirmación ni de la ausencia de enfermedad ni del informe de Salud Pública, en una reunión urgente de la Junta de Personal decidieron instar a los funcionarios a un desalojo preventivo. Los trabajadores, que en su mayoría no habían tenido información de nada, optaron por abandonar el edificio y se reunieron en el vestíbulo del otro, el Fueros de Aragón, tras fichar en los tornos.

La comunicación posterior de la DGA, leída por una responsable de la Unidad Administrativa (UA), no acabó de templar los ánimos, y el edificio permaneció un tiempo cerrado al público. No por alerta sanitaria, sino porque no había nadie para atenderles.

Finalmente se confirmó que la mujer tiene legionela, pero también que en el edificio no hay presencia de la bacteria.

Fuentes sanitarias recordaron que hay entre 50 y 70 casos al año, que no se contagia entre personas y que ni cuando se ha confirmado en hospitales, se ha desalojado a nadie.