El IV Batallón de la Unidad Militar de Emergencias (UME), con base en Zaragoza, culminó ayer un simulacro de dos días de duración en la estación intermodal de Delicias, en colaboración con Adif, con el que han afinado los protocolos y habilidades necesarias en caso de un hipotético derrumbe catastrófico de la estructura. Sin contar los que han estado preparando el ejercicio, desde finales del año pasado en la planificación y desde el lunes en la ejecución, 42 militares del batallón ejecutaron entre el miércoles y ayer los distintos tipos de rescates de víctimas que tenían previstos.

Según recordaba ayer el capitán Garrido, la UME tiene sobrada experiencia en este tipo de búsqueda y rescate de víctimas en entornos urbanos (USAR, por sus siglas en inglés), que en el caso del IV Batallón ya tuvieron ocasión de demostrar en el terremoto de Nepal de hace tres años. También lo han hecho en Haití (su primera misión internacional, en el 2010), Ecuador o México, además de Lorca, en territorio español.

Pero la experiencia requiere también de prácticas periódicas en entornos específicos como este, e incluso con grandes empresas o instalaciones. En el caso de la estación zaragozana esta era la primera vez que se organizaba un ejercicio de este tipo, pero son frecuentes en otras, y de hecho en octubre tienen previsto participar (con los especialistas de la base de Torrejón) en un simulacro de emergencia en la central nuclear de Vandellós.

En el caso de la capital aragonesa, el ejercicio incluía todas las fases del rescate hasta el traslado al hospital, que ya no se simulaba. Sí el triaje y primera atención a las víctimas, por lo que en torno al edificio Gutiérrez Soto (la estación antigua junto a la actual, en la plaza El Periódico de Aragón) se apiñaban tiendas militares médicas, de centro de mando o vehículos para poder seguir las grabaciones del dron. Un despliegue que llamaba la atención de los viandantes, sobre todo de los que no se percataban del cartel de Simulacro.

Extracción

Dentro de la instalación, en los túneles que rodean a las vías, se llevaron a cabo los distintos tipos de búsqueda y rescate que lleva efectúa la UME en estas circunstancias, desde la extracción de víctimas de un escape de gas con equipos de respiración al corte de láminas de hormigón, pasando por el izado de estas con gato hidráulico o la búsqueda con cables de cámara y sensores de ruido, como complemento a los guías caninos.

La UME pudo practicar además con un recién adquirido vehículo, el Argos, que según explicó el capitán Jaime Graus es capaz de trasladar víctimas o material en cualquier entorno que se precise.