La catedral de Tarazona (Zaragoza) ha sido galardonada con uno de los veintiocho Premios de Patrimonio Cultural Europa Nostra 2015, que han recibido también otras dos candidaturas españolas, el Valle Salado de Añana (Álava) y el paisaje cultural de las cuencas mineras de Asturias.

Con destacados elementos arquitectónicos góticos y mudéjares, la catedral turiasonense, cuya construcción se inició en el siglo XII, fue cerrada en 1982 por sus problemas estructurales y treinta años después fue reabierta al público parcialmente.

Un plan director de conservación, investigación y gestión ha logrado salvar este edificio monumental tras unos trabajos que han puesto al descubierto restos muy importantes de época romana y visigótica.

Y ha sido este plan director detallado y exhaustivo, a juicio del jurado, lo más importante de este proyecto, ejecutado en fases por un numeroso grupo de profesionales, además del excelente ejemplo de colaboración institucional entre el Obispado, el Ministerio de Cultura, el Gobierno de Aragón y el Instituto del Patrimonio Histórico Español.

La entrega de los premios tendrá lugar el 11 de junio, en el Ayuntamiento de Oslo (Noruega), donde siete de los 28 galardonados ahora serán proclamados ganadores del Gran Premio, dotado con 10.000 euros para cada uno de ellos.

A esta edición, se presentaron 263 proyectos por parte de organizaciones y particulares de 29 países, en las categorías de conservación; investigación y digitalización, dedicación especial al patrimonio y educación, formación y sensibilización, ha informado hoy la Comisión Europea.

El Premio Unión Europea de Patrimonio Cultural fue creado en 2002 y lo otorga la Comisión Europea y Europa Nostra, y la Federación Europea de ONGs relacionadas con el Patrimonio, presidida por Plácido Domingo, quien ha destacado que los ganadores son ejemplos muy importantes de creatividad e innovación y demuestran que a Europa y sus ciudadanos les importa.

El húngaro Tibor Navracsics, comisario europeo de Educación, Cultura, Juventud y Deporte, ha felicitado, por su parte, a los ganadores, porque son un ejemplo perfecto de lo que los europeos podemos hacer por nuestro patrimonio, pero también por nuestra identidad