La vuelta a las clases está a punto de llegar y, con ella, los estudiantes que se tienen que trasladar a la capital aragonesa necesitan buscar un piso donde alojarse durante el curso. En estos momentos, parece que se ha quedado obsoleto mirar los tablones de anuncios que hay colocados en algunas facultades del campus universitario. Hace diez años, era muy común que los futuros alumnos de la universidad se acercaran al campus para mirar los anuncios o recorrieran portal por portal para encontrar un piso que se adecuara a sus circunstancias. Ahora, la mayor parte de estos inquilinos encuentran su residencia a través de internet.

Este es el caso de Abel y Nico, que han dejado su ciudad natal, Huesca, y acaban de encontrar un céntrico piso en la capital aragonesa. «Hemos estado mirando en Idealista.com durante casi un mes y al final lo hemos conseguido. Pagamos 590 euros por un piso de tres habitaciones aunque solo vamos a estar nosotros dos y yo lo veo un precio bastante razonable, aunque es cierto que, el precio de los alquileres, por lo que hemos podido comprobar, ha subido bastante», comenta Abel.

Una afirmación que respalda un estudio, recientemente publicado, realizado por la web inmobiliaria Idealista.com. Un 8% ha aumentado el precio de una habitación en un piso compartido con respecto al 2016. Este aumento se traduce en que los 228 euros que costaba de media el año pasado ahora vale 246.

Presente y futuro

Sin embargo, no todos los propietarios han aumentado el precio del alquiler. Marisa, que posee un inmueble en la calle Eduardo Dato de Zaragoza, confiesa que hace 16 años -momento en que comenzó a alquilar su piso-, ofertaba el inmueble por 800 euros y que ahora lo arrienda por 600. «Aunque sé que es una vivienda que vale más, no quiero abusar, porque yo también he sido madre de estudiantes que se han tenido que trasladar a otras ciudades de España y he tenido que pagar muchísimo», indica.

Además, Marisa señala que solamente lo publica en las redes sociales y coloca un cartel en el portal. «Antes ponía anuncios en Interfacultades y en la facultad de Derecho, pero ahora solo utilizo internet para publicitarlo». Y es que solo ha tardado dos días en encontrar inquilinos.

Por su parte, el Ayuntamiento de Zaragoza ha facilitado la difusión de este tipo de anuncios al crear un espacio en la página web del Centro de Información Juvenil (Cipaj). Esta página es bastante utilizada por los estudiantes universitarios para analizar este sector del mercado.

Como en el caso de Ana Belén, que todavía está buscando un lugar donde residir durante el próximo curso académico que está a punto de comenzar. «Ahora mismo, quedan pocos pisos libres que estén bien y que sean económicos, porque yo no voy a pagar más de 200 euros por una habitación. Sigo mirando a través de páginas como Milanuncios, Idealista y el Cipaj, y la verdad es que es mucho más cómodo que si tuviera que venir a Zaragoza para encontrar un piso», explica.

Otro zaragozano, Nacho, tampoco ha tenido problemas para buscar arrendatarios estudiantiles para su inmueble en la capital aragonesa, muy próximo al campus de San Francisco. «Es un piso de tres habitaciones y lo he alquilado siempre por 550 euros. Un precio, en mi opinión, bastante razonable para un estudiante que tiene que ser mantenido por sus padres. Solo he tenido que anunciarlo en internet para encontrar a alguien», indica.

Una tendencia, la de Zaragoza, que también se traslada a Villanueva de Gállego, municipio en el que se sitúa la Universidad San Jorge. En dicha localidad la mayor parte de estudiantes proceden de Francia.