La Guardia Civil continuó ayer interrogando a los cazadores presentes en la batida de caza en Castiello de Jaca en la que, anteayer por la mañana, falleció Daniel Godé. El compañero que le disparó fortuitamente explicó desde el primer momento, según fuentes cercanas al caso, que el joven de 27 años cambió de puesto de espera y al observar el movimiento al parecer abrió fuego.

La mala fortuna quiso que el tiro le impactara en la cabeza. Aunque en un primer momento los participantes avisaron de que estaba malherido, cuando llegaron los efectivos sanitarios desde Jaca ya había fallecido y no se pudo hacer nada por reanimarle.

Fuentes consultadas indicaron que, a priori, los hechos serían constitutivos de un delito de homicidio por imprudencia, pero por el momento no ha trascendido si se ha llegado a investigar (antes, imputar) al autor del disparo mortal.

El suceso tuvo lugar sobre las 11.00 horas en un paraje conocido como La Torraza, en el citado municipio oscense de Castiello de Jaca. De una pedanía de la localidad, Aratorés, procedía la familia del fallecido, y aunque él era de Jaca (y actualmente vecino de Huesca, desde que recientemente encontró trabajo de ingeniero), iba a menudo a la zona. Por allí era conocido y el trágico accidente ha conmocionado a la zona por este motivo. Más aún cuando el autor del disparo era amigo de la víctima y también es muy conocido en el lugar, donde regenta un establecimiento de hostelería.

El joven participaba con varios cazadores en una batida cuando ocurrieron los hechos que ahora investiga la Guardia Civil. El cuerpo fue trasladado a Jaca para practicarle la autopsia, en espera de su funeral.

ONCE FALLECIDOS

Según publicó ayer Radio Huesca, en la provincia de Huesca han fallecido 11 cazadores en este tipo de accidentes desde el 2002, además de otro que desapareció mientras la practicaba. A nivel estatal se producían una media de 55 fallecimientos al año en este deporte, según datos de la aseguradora Mutuasport. La web Clubcaza rebajaba la estadística a 44 y reflejaba que más de la mitad de los decesos, 24, se producen por disparos de escopeta.

Colectivos de cazadores consultados ofrecieron el pésame a la familia del fallecido y pidieron cautela al valorar el accidente hasta que trasciendan las conclusiones de la Guardia Civil. Apelaron a la prudencia de los aficionados al practicar este deporte.