El consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, ha justificado hoy los 196 millones en gasto en suministros de farmacia hospitalaria que se adjudicaron directamente, según alerta la Cámara de Cuentas, en la decisión facultativa de los profesionales y en la urgencia con la que es necesario disponer de estos productos.

Celaya ha respondido hoy en el Pleno de las Cortes a una interpelación formulada por la diputada del PP Carmen Susín referida a las "incorrecciones" detectadas por la Cámara de Cuentas en el Servicio Aragonés de Salud en 2016.

Susín ha recordado que la Cámara de Cuentas ha detectado una "falta de control" en el gasto sanitario, especialmente en el capítulo II, con 212 millones en "gastos irregulares", de los que 196 millones corresponden a suministros de farmacia hospitalaria, que se adjudicaron directamente y sin contrato, y 17 a implantes y prótesis.

La diputada popular ha recordado que la Cámara de Cuentas, en su informe, recomienda que los centros sanitarios tramiten los expedientes de contratación y acomoden sus compras a las previsiones formales, así como que se potencie el sistema de compra centralizada del Salud en todas las áreas, incluida la de fármacos e implantes, para poder beneficiarse de las economías de escala que se obtienen en los hospitales más grandes.

Celaya le ha replicado que en los hospitales hay decisiones de compra que no se pueden demorar los siete u ocho meses que fija el procedimiento de la ley de contratos, y que además hay productos, concretamente en el 33 por ciento de los casos, que solo los fabrica un laboratorio, con lo que "no tiene sentido" abrir con ellos un procedimiento de concurrencia pública.

Pero además, aunque se determinan los productos que compra cada hospital, en última instancia prevalece el criterio del especialista, que determina si al paciente se le debe de suministrar un medicamento que no está en el almacén o en la guía de productos del hospital, y Celaya ha insistido que su obligación es proporcionar lo que determina el médico de forma urgente.

Además, ha recordado que los precios de la farmacia hospitalaria los fija el ministerio, que en gran parte de los medicamentos solo hay un proveedor y que las industrias farmacéuticas tienen precios "variables y confidenciales" que negocian con cada hospital o comunidad autónoma en función del nivel de compra de cada uno de ellos.

Algo parecido sucede con las prótesis e implantes, donde la evolución tecnológica es determinante y obliga a tener las opciones de compra mucho más abiertas.

En cualquier caso, el consejero ha anunciado que se están haciendo cosas para optimizar el gasto, entre otras cosas mejorar el almacenaje, con un almacén único para cada hospital en lugar de que cada servicio hospitalario tenga su stock, o con la adquisición de armarios inteligentes que alerten del número de unidades de producto y de su caducidad.

Además, se van a centralizar las compras de los goteros, con un contrato de unos veinte millones de euros, y se va a poner en marcha una plataforma electrónica de contratación.