El consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, ha asegurado hoy que no puede convocar las 1.400 plazas de empleo público que el anterior consejero, el popular Ricardo Oliván, pactó con los sindicatos porque el ministro de Hacienda, Cristóbal Montorol, no se lo ha permitido.

De hecho, en respuesta a un petición de comparecencia sobre la planificación del departamento de Sanidad formulada por la diputada del PP Carmen Susín, el consejero ha solicitado que todos los grupos, incluido el popular, pidan "a Madrid" que deje convocar estas plazas y que no recurra la Oferta de Empleo Público que las incluya, como ha hecho en otras comunidades autónomas.

De hecho, en la última OEP, criticada duramente por los sindicatos, se convocaron "estrictamente" las incluidas en el plan de reposición, y no las 1.400 de nueva creación pactadas por el anterior gobierno con los sindicatos, aunque según Celaya éstos sabían que no se iban a poder convocar.

Y eso que ha reconocido que estas 1.400 plazas serían "la base" de un plan de recursos humanos sostenibles.

Celaya, ante las críticas de Susín, quien le ha reprochado que lleve catorce meses diciendo que las cosas "se van a hacer o se están haciendo" mientras tiene el servicio de Salud, "abierto de arriba abajo", ha asegurado que son las comunidades las que están pagando "amargamente" las decisiones tomadas por el gobierno central que, por otro lado, tiene "intervenida" de facto a la comunidad autónoma.

Pero Susín ha enumerado que Celaya no sabe cómo atajar las listas de espera, no ha presentado el plan de salud, no encuentra médicos que quieran ir al medio rural o a hospitales pequeños y "ha perdido la capacidad de interlocución con los sindicatos", entre otras cosas, según la diputada, por haber incumplido el compromiso del anterior consejero, que he ha hecho perder "toda su capacidad de interlocución".

Celaya ha replicado que el plan de salud mental está "en buena marcha" aunque "no se hace de la noche a la mañana", y ha anunciado que próximamente presentará el plan de infraestructuras.

En este aspecto, ha precisado que en el presupuesto de 2016 se han presupuestado para obras 18 millones de euros, que son los que el gobierno "se puede gastar", en contraposición con los 38 que se presupuestaron en 2015 pero de los que solo se ejecutaron 13.

Susín, por su parte, ha afirmado que la sanidad está "abierta en canal" y ha acusado a Celaya de agravar todos los problemas por falta de gestión a pesar de que intente derivar las responsabilidades en el ministro de Hacienda en funciones, Cristóbal Montoro, o en el consejero del área, Fernando Gimeno.

También Susana Gaspar, de Ciudadanos, y Berta Zapater, del PAR, le han pedido que exprese "menos planes" y ejecute "más", y le han instado a intentar solucionar "de verdad" los problemas.

"Inoperancia" e "inactividad" es lo que también le ha reprochado la diputada de Podemos Itxaso Cabrera, quien le ha recordado la ausencia de un mapa sanitario o la existencia de plantillas desestructuradas.

Celaya, además, ha contrapuesto el modelo que defiende, de defensa del sistema público, frente al de los partidos conservadores, en tanto en cuanto el gobierno PP-PAR redujo el gasto un 23 % en Sanidad en cuatro años; favoreció fiscalmente a los seguros privados; expulsó del sistema a los no afiliados; estableció copagos e introdujo "limitaciones presupuestarias que no afectan a los acuerdos con la empresa farmacéutica".