Fue uno de los fundadores del Sindicato Médico de España, presidió el Colegio de Médicos y fue director general de sanidad. Ahora es portavoz de una plataforma de médicos indigandos.

--¿Por qué se crea la plataforma?

--Hay muchas personas molestas con la política sanitaria actual y no tengo problema en ejercer de voz de estos profesionales y también de mucha más gente. No quiero dirigir nada sino transmitir la opinión de sanitarios enfadados.

--¿Cuáles son los objetivos?

--El día 8 de abril hay mesa sectorial de sanidad en la que, entre otras cosas, se abordará el decreto de jubilación forzosa a mayores de 65 años y los que tenemos mucha edad estamos viendo cosas que no se ajustan a la realidad y falacias que podrán engañar a la opinión pública pero no a los profesionales sanitarios. A partir de las decisiones que se tomen en esa sectorial y de los acuerdos, podríamos emprender una movilización masiva que también trasladaremos a pacientes. Esta plataforma no tiene color político de ningún tipo.

--¿A qué falacias se refiere?

--Ese decreto dice que el plan del Salud posibilita la creación de empleo y renovación de plantillas, permitiendo la entrada de médicos más jóvenes y con perfiles más acordes a nuevas tecnologías y nuevos métodos de gestión. Y eso es una falacia porque supone un desconocimiento del sector. Además, también dicen que el plan evitará la marcha de profesionales a otros países, pero desde hace años sabemos que Aragón es capaz de formar a profesionales por encima de sus necesidades. Esta es la comunidad con mayor número de médicos por habitante proporcionalmente porque somos pocos pero muy dispersos y, por tanto, la sanidad que hay que prestar a los aragoneses tiene perfiles distintos a otras comunidades.

¿Cómo valora el plan de reordenación de recursos humanos?

--Los médicos que llevamos tantos años trabajando en la sanidad pública sabemos que nos tenemos que jubilar, pero otra cosa es que nos echen. Las formas no nos parecen apropiadas. Sostienen que el decreto reducirá la tasa de edad de la plantilla y, así, se generará un mayor grado de adaptación a innovaciones científicas. Yo tengo 67 años y todos los años veo a 4.500 enfermos. Me voy cuando yo diga, no cuando me lo impongan y, al menos, esas plazas que dejáramos libres fueran ocupadas por otros profesionales en un país con alta tasa de paro... Pero está claro que se trata de una medida economicista para reducir costes en sanidad y no para incorporar nuevos médicos. No hay ningún colectivo sanitario contento con esta política, así que o Rudi está mal aconsejada o la información que le llega está sesgada, así que se lo haga mirar.

--¿Y quiénes componen el movimiento?

--La plataforma está empezando, pero la verdad es que no paran de incorporarse médicos de las tres provincias. Entre el 5% de bajada de nómina, lo que nos han quitado en guardias y jornadas de tarde o pagas extraordinarias, la crisis al médico aragonés le está suponiendo entre 7.000 y 12.000 euros.

--¿Hay militantes del PP?

--Muchos. No se puede gobernar contra la opinión pública, y tampoco contra la de gente que pertenece a la opción política del partido que gobierna. Me está sorprendiendo la cantidad de militantes populares que se están sumando. Hablamos de gente de 30 o 40 años descontentos con su partido y que no están de acuerdo con su política.

--Hay quien pueda asociar el movimiento con una opción política determinada...

--No soy dudoso. Soy uno de los fundadores del sindicato médico de España, jamás he estado liberado y pertenecí al Colegio de Médicos después de ser director general de Sanidad, pero, si nos asocian con algún partido político están equivocadísimos. Queremos que colegios o sindicatos se manifiesten y digan si están dispuestos a coger la antorcha que una serie de médicos inquietos hemos decidido trasladar a la calle. Si es así, nos sentaremos y, si no, seguiremos luchando por lo que nos parece correcto.