El cementerio municipal de Ricla (Zaragoza) será el 4 de noviembre el escenario de la exhumación de los cuerpos de Petra Lozano Forcén y Lorenza Morlanes Serrano que yacen, desde hace 80 años, junto a otras tres víctimas de represión de la Guerra Civil Española, aunque podría hallarse una sexta.

La Asociación por la Recuperación e Investigación Contra el Olvido (Arico), con la colaboración de la Asociación Charata para la Recuperación de la Memoria Histórica de Uncastillo, ha sido la promotora de los trabajos después de cinco años desde el primer contacto con las familias de ambas mujeres.

Dos de las cinco víctimas eran vecinas de la cercana localidad de Morés y asesinados al comienzo de la Guerra Civil Española, concretamente el día 13 de agosto de 1936, según informa la Asociación en una nota de prensa.

Tras realizar la documentación histórica de estas desapariciones forzadas, a fecha de hoy Arico dispone de todos los permisos necesarios para realizar los trabajos.

El equipo técnico, compuesto por arqueólogos y antropólogos, está preparado para llevar a cabo la localización y la exhumación de la fosa común a partir del próximo viernes.

También recuerdan que a pesar de la Ley de la Memoria Histórica por la que se reconoce y amplían derechos y se establecen medidas a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la Guerra Civil y la Dictadura, la falta de ayudas públicas desde el año 2012 a la Recuperación de la Memoria Histórica por parte de las instituciones del Estado les ha impedido actuar hasta el momento sobre esta fosa común.

La reciente concesión de una subvención dentro de la convocatoria de Ayudas para el desarrollo de la Memoria Histórica en la provincia de Zaragoza para el año 2016 de la Diputación Provincial de Zaragoza va a permitir iniciar los trabajos.

La citada nota recuerda que el 13 de agosto de 1936 fueron detenidas Petra Lozano Forcén y Lorenza Morlanes Serrano, que eran cuñadas y tenían 48 y 43 años respectivamente, junto a tres ferroviarios destinados en la estación de Morés: Zacarías Arranz Pascual (natural de Morón de Almazán, Soria), Tomás Sanz Lorente (natural de Fuente la Higuera, Valencia) y Sebastián Rueda Camacho (natural de Jaén).

Todos ellos fueron trasladados hasta la cercana localidad de Ricla y allí fueron asesinados y enterrados en el interior del cementerio municipal. En años posteriores fue registrada la defunción de casi todos ellos en el Registro Civil de Morés, bajo el eufemismo de "heridas recibidas en acción de guerra" o simplemente "acción de guerra".

Una vez terminados los trabajos de exhumación de la fosa común de Ricla, Arico colaborará en otros dos proyectos memorialistas de exhumación de fosas comunes en la comarca de las Cinco Villas (Zaragoza), en proyectos promovidos por la Asociación Charata para la Recuperación de la Memoria Histórica de Uncastillo y por la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica Batallón Cinco Villas y cuya viabilidad económica está asegurada por sendas ayudas de la DPZ para el desarrollo de la Memoria Histórica.

Por una parte se continuará con los trabajos de localización y exhumación de las hermanas Rosario y Lourdes Malón Pueyo en las Peñas de Santo Domingo (Longás, Zaragoza), interrumpidos desde el año 2014 por falta de financiación.

También se llevará a cabo otra intervención de localización y exhumación de 13 vecinos de Uncastillo (Zaragoza) y dos de Petilla de Aragón (Navarra), asesinados en agosto de 1936 en las cercanías de la localidad de Luesia (Zaragoza) y enterrados en el interior de su cementerio municipal.