Tarazona celebró ayer la tradicional romería del Quililay, una cita que cuenta con 502 años de historia y que logró congregar en el Moncayo a cientos de participantes. Allí, el ayuntamiento ofreció a los romeros el popular almuerzo de migas a la pastora elaboradas por la brigada municipal. El alcalde Luis María Beamonte, miembros de la corporación, y el obispo de Tarazona, Eusebio Sola, se encargaron del reparto de 1.500 raciones. La jornada continuó con la celebración de una misa en honor a la Virgen del Moncayo.