Los vecinos de San Pablo siguen frunciendo el ceño cada vez que entran en el centro de salud del barrio. Y es que un mes y diez días después de que este diario se hiciera eco de las críticas vecinales derivadas de la suciedad del ambulatorio, las cristaleras del edificio continúan a día de hoy cubiertas de excrementos de paloma.

Así las cosas, tanto los trabajadores como los usuarios del centro de salud, en la calle Aguadores número siete, volvieron a denunciar ayer "la pasividad y dejadez" que siguen mostrando las autoridades sanitarias respecto a este tema. "No podemos comprender, y la verdad es que hasta nos duele, que la DGA no se haya hecho cargo de forma urgente de esta situación tan lamentable", afirmó ayer una enfermera del ambulatorio, que prefirió mantener su anonimato.

Según indicaron algunos trabajadores del centro, las cristaleras y los balcones del patio del ambulatorio siguen estando "igual de sucios que siempre". "La paloma muerta que estaba en el balcón de la última planta continúa en el mismo lugar. No se han dignado ni a tirarla a la basura y ya empieza a descomponerse", aseguró ayer una enfermera.

Por su parte, los vecinos del barrio de San Pablo siguen sin entender cómo unas instalaciones inauguradas en enero del 2002 pueden encontrarse en unas condiciones "tan vergonzosas". "Si los cristales están así cuando el edificio apenas tiene cuatro años no quiero ni pensar cómo estarán dentro de diez", apuntó María Teresa Comín, una vecina que reside en la zona desde hace más de siete años.

LA RED SIGUE SIN INSTALARSE El pasado 1 de septiembre, fuentes oficiales de la DGA manifestaron a este diario que preveía instalar, en un plazo de un mes, una red en la parte superior del edificio para impedir la entrada de las palomas. El personal sanitario del centro asegura que esto todavía no ha ocurrido y critica las demoras: "Creemos que para comprar una red y colocarla no hace falta un mes de tiempo. Y lo peor es que no se nos informa de nada", criticó un trabajador del ambulatorio.

En este sentido, la coordinadora del centro de salud de San Pablo, Teresa Zumeta, manifestaba ayer a este diario que la DGA está pendiente del tema y que se van a tomar las medidas correspondientes. "Ya se ha destinado el presupuesto para comprar la malla y esperamos que antes de que finalice el año esté instalada", afirmó Zumeta. Asimismo, la coordinadora aseguró que se trata de una red "muy aparatosa y complicada de fabricar".